Rechazan darle un uso comercial u hostelero al edificio de Portos en As Corbaceiras

Pontevedra
13 de julio 2021

El gobierno municipal de Pontevedra rechaza la posibilidad de que el actual edificio que Portos de Galicia tiene en el ámbito de As Corbaceiras pueda ser reaprovechado para usos comerciales, hosteleros o industriales que no estén vinculados con la actividad portuaria

Edificio de Portos de Galicia en As Corbaceiras Cristina Saiz

El gobierno municipal de Pontevedra rechaza la posibilidad de que el actual edificio que Portos de Galicia tiene en el ámbito de As Corbaceiras pueda ser reaprovechado para usos comerciales, hosteleros o industriales que no estén vinculados con la actividad portuaria.

Así lo defiende el Concello en las alegaciones presentadas al plan de usos presentado por la entidad autonómica, en el que se incluye tanto este edificio como el Club Naval.

En este último caso, sin embargo, la cafetería -actualmente cerrada- en su primera planta no se vería afectada por esta medida, ya que su uso ya fue autorizado en el pasado, según ha matizado el edil de Urbanismo, Xaquín Moreda.

La única opción para poder reconvertir ese edificio en un establecimiento hostelero es que éste estuviese vinculado a alguna actividad portuaria regulada, como por ejemplo la creación de una estación marítima permanente con la venta de pasajes para cruceros.

Todo lo demás, según Moreda, no tiene cabida según el plan de ordenación urbanística vigente actualmente en la ciudad de Pontevedra.

MODIFICACIÓN DEL PEPRICA

La Comisión de Urbanismo celebrada este martes ha aprobado, por otro lado, dos modificaciones del Plan Especial de Protección, Reforma Interior y Conservación Artística (PEPRICA) del centro histórico de Pontevedra.

Se trata de cambios en materia de protección que permitirán, por un lado, completar la rehabilitación de la antigua casa rectoral de San Bartolomé el Viejo, en el ámbito de la conocida como Horta do Cura; y por otro, la conexión soterrada de los edificios Castro Monteagudo, García Flórez y Fernández López, del Museo de Pontevedra.

Ambas actuaciones cuentan con el aval de Patrimonio de la Xunta de Galicia.