La Casa Consistorial ha reabierto sus puertas con un encuentro "histórico e inédito" de todos los políticos que han formado parte de alguna de las corporaciones del Concello de Pontevedra desde la restauración de la democracia en España.
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Alrededor de un centenar de concejales han participado en este acto, presidido por los tres alcaldes vivos de la ciudad: José Rivas Fontán, Juan Luis Pedrosa y Miguel Anxo Fernández Lores.
A partir de las cinco y media de la tarde fueron llegando los invitados, y comenzaron los apretones de manos, los abrazos, los besos, las anécdotas, las risas... lo de menos fue el remodelado edificio y lo primero fueron las personas.
Allí estaban concejales como: Eladio Portela, Edelmiro Barreiro, Xosé Fortes Bouzán, Modesto Barcia, Isidro Caballería, José Benito Gama, Montero Vaz, Baltasar García, Maica Larriba, Margarita Feijoo, Pilar Allegue, Fernando Gago, Acuña Sastre, Vidal Outeda, Blanca Rodríguez, José María Picallo, José Benito Suárez Costa, Alejandro Amoedo, Blanca Rodríguez, Diego Murillo, entre otros muchos nombres de entre los más veteranos.
Estaban invitados al acto, aunque no acudieron, el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que también fueron concejales en Pontevedra.
Hubo un recuerdo cariñoso para aquellos que fallecieron. Especialmente recordado fue el alcalde Pancho Cobián. También hubo algunos a los que sus condiciones físicas y cognitivas no les permitieron participar en este acto, como fue el caso de Antón Louro.
Asistieron un centenar de ediles que formaron parte de las sucesivas Corporaciones de Pontevedra en los 12 mandatos que transcurridos desde 1979.
Todos ellos dedicaron parte de sus vidas a "una función tan importante y tan noble como es el servicio público, el servicio al Concello de Pontevedra", según reivindicó Fernández Lores.
También Rivas Fontán aprovechó este acto para destacar el papel del Ayuntamiento y para poner en valor la función de los miembros de las Corporaciones.
Así todos hablaron de la "dignidad" de ser concejales frente a la "desvalorización" de la política actual. Como decía Teresa Pedrosa, ser concejala era la tarea más difícil a la que se había enfrentado en su vida.
"Somos representantes públicos y a mucha honra", dijo Lores.
También hubo quejas por los retrasos que impone la burocracia que "hacen que la administración sea cada vez menos ágil, menos eficiente, menos justa, menos equitativa".
Hubo un llamamiento a las personas que tengan preocupaciones por el público para que "den el paso" pues la sociedad necesita su "implicación".
Y por último, un sentimiento unánime: Viva Pontevedra.
