Ravachol llega este año congelado, regresa a su ciudad con frío. Con bata de casa y un contador de la luz.
El plumífero trae el cuerpo "arrepiando", ni siquiera se calienta con el cabreo, pues dicen sus creadores que está "muy enfadado con el Gobierno del Estado, con el ministro de Industria y con las empresas del sector eléctrico que imponen todos los años unas tasas abusivas e injustas".
De nuevo llega Ravachol cabreado con el gobierno, "aunque nunca con el municipal", como le han reprochado algunos ciudadanos que esperaban del loro alguna crítica "a los de casa".
En esta ocasión, dirige sus reproches al "tarifazo" que "impide que tanto él como muchos de sus convecinos, puedan calentar mínimamente sus hogares, mientras estas empresas y sus consejos de administración, llenos de políticos, se hartan de ganar dinero sin importarles lo más mínimo el resto de la sociedad".
María Simal, portavoz de la Irmandade do Ravachol, leyó el discurso en el que animó a la ciudadanía en este Entroido a "levantar la voz, tenemos que hacernos oír para que dejen de abusar de nosotros los políticos y los empresarios sin escrúpulos".
ENTIERRO
Con tanto frío seguro que Ravachol va a quedar "pajarito". De hecho, para este sábado esta previsto a las 18.00 horas que comience el velatorio y a las 21.00 horas saldrá el cortejo fúnebre desde la plaza de la Verdura acompañado de su séquito y de las comparsas recorriendo las calles San Roman, Ferrería, Paseo de Antonio Odriozola, Soportales, Manuel Quiroga, Princesa, Isabel II, calle Real, Sarmiento, Pasantería y Praza de A Ferrería.