El rastrillo solidario de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) ya abrió sus puertas. Desde este viernes 15 de noviembre y hasta mediados de enero, el local permanecerá abierto en la calle Oliva, número 24, de lunes a sábado, de 10:30 a 13:30 horas por las mañanas, y de 16:30 a 20:30 por las tardes.
Durante la inauguración, la presidenta provincial y voluntaria, Ana García Rodríguez, reconoció sentirse "tremendamente emocionada, sorprendida y asombrada" por la acogida que está teniendo la iniciativa, a la que asiste este año por primera vez.
"Hace un año fui nombrada presidenta y en la preparación anterior no tuve nada que ver. El local es espléndido y la gente generosísima, ha donado muchísimas cosas. Esperamos que los pontevedreses se vuelquen a la hora de comprar porque lo recaudado va destinado a la atención que le damos a pacientes oncológicos y sus familiares", explicó, indicando a su vez que estas fechas son de mayor necesidad y la solidaridad de la gente "nos ayudará en la bolsa económica para poder donar".
En este sentido, García indicó que la AECC "necesita recursos para seguir creciendo y se puede ser generoso con muy poquito", por eso anima también a la gente a que se haga socia, porque "con poco dinero y sumando entre todos podemos hacer muchísimo".
En cuanto al rastrillo, como cada año se pueden encontrar en él cuadros, vajillas, cuberterías, joyas, libros, películas, artículos de decoración, bisutería o juguetes, todo ello con precios que parten desde un euro. Todos los artículos son donados por la gente, que puede seguir llevando cosas durante estos días para después poder venderlo. No recogen ropa, complementos textiles, calzado ni enciclopedias.
Para la presidenta, traer cosas o comprarlas "es una alegría y un acto de solidaridad tremenda para todos los pacientes y familiares. Aquí se puede ver cómo se trabaja y la cantidad de voluntarias que hay", a las que agradece su trabajo diario "para que esto funcione, especialmente en estos momentos en los que la solidaridad es fundamental".
En total son 68 personas voluntarias las que están colaborando en el rastrillo solidario. Todas ellas "están ilusionadísimas y eso anima mucho a que sea un éxito", indicó, lamentando a su vez la situación que se está viviendo en Valencia, lo que obliga a que la solidaridad haya que repartirla en muchos sitios.
Dos de las voluntarias que están participando desde hace 25 y 8 años son Chelo Labía y Janeece, quienes animan a la gente a acudir a ver las curiosidades y "compartir esto con nosotras porque es una alegría" además, "puedes comprar algo para mimarte o regalar a un amigo o amiga", señalaron.