El 'cara a cara' entre los expresidentes del Gobierno Felipe González y Mariano Rajoy ha sido el principal atractivo de la programación de la segunda jornada del tercer Foro La Toja-Vínculo Atlántico, que se está desarrollando en la isla de A Toxa.
Ambos demostraron, al igual que el pasado año, la buena sintonía que existe entre ellos y durante su charla han analizado diversos asuntos de la política nacional e internacional, entre ellos Cataluña o la situación del poder judicial en España.
Y si en algo han estado de acuerdo los dos dirigentes en su lamento de que no le dejan opinar "con cierta tranquilidad". Aunque no aclararon a quienes se referían, Rajoy y González han denunciado la existencia de "torquemadas por doquier" y de "25 o 30 inquisiciones".
"Tenemos un superávit monumental de ellos, como digas algo que vaya en contra de lo que alguien decidió que es lo que teníamos que hacer te atizan inmisericordemente", afirmó Rajoy. "Hay un montón de inquisidores que te echan los caballos encima", añadió el socialista.
Durante la hora y media que duró su intervención en el foro, los dos expresidentes también han coincidido en defender el diálogo para rebajar la tensión en Cataluña, pero siempre desde el "respeto" a la Constitución y rechazando amnistías o referéndums de autodeterminación.
González y Rajoy han defendido además el "régimen del 78" al entender que en él se pactó un marco de convivencia "que no excluía a nadie" y que la gente "no puede saltarse a la torera"; y han reclamado un pacto entre PSOE y PP para renovar la cúpula del poder judicial en España.
En una conversación que ha estado moderada por la periodista Gloria Lomana, los dos expresidentes alertaron de la "ingobernabilidad absoluta" que planea sobre España porque "como nos descuidemos en cuatro años puede haber más partidos que españoles".
Esto impide, ha lamentado el dirigente del PP, los acuerdos en "grandes cuestiones" de Estado.
"Hay menos diálogo que nunca", ha asegurado Felipe González, algo que Mariano Rajoy ha refrendado asegurando que "no son conversaciones, son diálogos de sordos".