Juan Picos es director de la Escuela de Ingeniería Forestal de Pontevedra, doctor en Ingeniería de Montes y autor de varios libros sobre gestión ambiental. Juan Carlos Barragán es ingeniero superior de Montes, diplomado en Medio Ambiente, Máster en Gestión Medioambiental y técnico superior en Prevención de Riesgos Laborales; en el ejercicio de su profesión ha sido adjunto a la dirección del Parque Nacional de Doñana, jefe provincial de extinción de incendios de la Xunta, profesor en la Escuela de Capataces de Lourizán y la Escuela Politécnica de Lugo y actualmente es director de Green Enviroment.
Alejandro Oliveros, es director de Ordenación Forestal de Ence. María José Fuentes, pertenece a la Autonómica de Comisiones Obreras y al comité de empresa del Servicio de Brigadas Forestales de Galicia. Claudio Quintillán es secretario de comunicación social de la Organización Galega de Comunidades de Montes.
Con estos cinco invitados hemos dedicado las Conversas na Ferrería de PontevedraViva Radioa los incendios forestales. Formación y experiencia en todos ellos que llevan a unas conclusiones de consideración. De la prolongada y necesaria charla extraemos algunas de las máximas reseñables que nos dejan.
JUAN PICOS: "Este año los incendios han empezado como siempre y acabaron como nunca. La mala noticia es que según los informes del cambio climático las condiciones futuras no van a ser favorables y con esa perspectiva la pregunta es cómo hay que preparse para que no vuelva a ocurrir. Ahí está el debate de cómo está el servicio de alerta de prevención y extinción, cómo está la poca ordenación forestal y no olvidarnos de la deficiente ordenación urbanística".
"Galicia en su Ley de Montes de 2012 establece los planes de ordenación forestal, de distrito, de forma que en cada uno se deben realizar planes estableciendo restricciones, regulaciones, análisis del territorio, etcétera. La ley es de 2012 y todavía no se ha hecho el primero. Y hablando del uso social, pongo como ejemplo Vigo, donde la comunidad ha sido ejemplar abriendo su uso a los vigueses. Un disfrute por el que no han pagado nada y por tanto estos beneficiarios deberían ahora apoyar económicamente a ese monte. La gente entiende que ha de pagar por una entrada de fútbol y tiene que entender que también debe hacerlo por recorrer unos kilómetros de senda que alguien está manteniendo".
JUAN CARLOS BARRAGÁN: "Cito el PLADIGA: prever la estructura organizativa y los procedimientos para prevención, detección, extinción e investigación de incendios forestales en época de peligro. La palabra prevención la dice tres veces. Y me voy a cuando se presentó el PLADIGA de este año: la conselleira de Medio Rural y el director xeral de Montes dijeron que los objetivos para este año eran que no ardieran más de 15.000 hectáreas y que la totalidad de los fuegos no pasaran de 556. Este fin de semana hemos tenido 200 y si evaluamos los concellos que han ardido, sé de tres o cuatro en los que han ardido 4.900 hectáreas. Es una cifra que no quieren decir porque debería darles vergüenza y tomar ejemplo de Portugal, donde ha dimitido la ministra. De los 173 millones que se han presupuestado, 110 se destinan a extinción y 5 a prevención".
"Yo calculo que este año van a arder 74.000 hectáreas. Nadie valora la pérdida de los beneficios que supone quemar una sola hectárea de monte. La pérdida de las maderas, leñas, frutos, setas, pastos y la caza; la protección del suelo, la regulación del régimen hídrico, la purificación del aire, la conservación de los ecosistemas, las componentes paisajísticas y el uso recreativo. Todo ese cálculo queda para el gabinete de estudios de la Dirección Xeral de Montes de Santiago".
CLAUDIO QUINTILLÁN: "En las zonas de donde arrancaron estos grandes incendios antes hubo bastantes pequeños incendios. Miramos al incendio de Saiar que llegó a Catoira. En o Val Miñor, ¿qué ocurre con el incendio de Gondomar que llega a Vigo? lo mismo. El que llega a Cotobade, pasando por Ponte Caldelas, Fornelos, Pazos de Borbén, trae la misma trayectoria desde Ponteareas; y parte de la parroquia de Padróns donde hay una actividad incendiaria enorme. Alguien tendrá que responder por qué hay una actividad previa en cuatro lugares que dan pie a esta catástrofe".
"Hay un problema serio de valorización del territorio, porque de ahí vienen muchos males que tenemos. Si dejamos que cada comunidad de montes decida lo que tiene que hacer, mal hacemos aunque ellos lo hacen con buena intención. Habla el PLADIGA de asesoramiento, de divulgación, reunión con actores sociales, con ganaderos, con sociedades de caza... que se diga cuántas reuniones ha habido. La administración tiene que ofrecer alternativas adaptadas a cada comarca, no puede caer en manos privadas porque entonces caemos en la especulación y los intereses".
"Me sumo a esas peticiones de dimisión. Es necesario un nuevo equipo que este invierno convoque a todos los agentes sociales a sentar las bases de una nueva política del monte".
MARÍA JOSÉ FUENTES: "No hemos aprendido nada desde el año 2006. No se ha invertido el presupuesto de prevención y extinción, no se ha cambiado el modelo del dispositivo de extinción, hay que tomar medidas y hay que exigir responsabilidades porque nos han prometido medidas y no se ha hecho nada. Coincido en que la conselleira y el director xeral deberían dimitir, porque no sólo han muerto cuatro personas y se han perdido muchas propiedades y bienes particulares y de todos los gallegos, sino que además queda patente que aquí no se ha estado haciendo nada".
"No sólo han coincidido los tres 30, han coincidido además las tres 'íes': improvisación, imprevisión e incompetencia. Todo constituye una negligencia grave".
ALEJANDRO OLIVEROS: "No podemos resignarnos a que nos quemen el monte. Hay que atajarlo de diversas formas, una de ellas la educación. Otra la prevención, el 90% del monte gallego está en manos particulares y hay que tener en cuenta que para tener el monte limpio se necesita dinero y no todo se puede pedir a la administración. El monte produce muchos valores y es fundamental entender que el monte hay que cuidarlo y mantenerlo".
"Se necesita investigación para evitar a los incendiarios, castigo cuando proceda, educación, prevención, conocimiento y evitar el abandono del monte dando alternativas para que la gente pueda vivir del rural".