Maica Larriba (Pontevedra, 1953) dirá la próxima semana adiós al puesto que ha ocupado durante más de cinco años. Dejará el despacho de la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra obligada por su jubilación. Tras haber cumplido 70 años y haberse jubilado oficialmente de su plaza como profesora en el instituto A Xunqueira 1, a partir del 31 de agosto ya no podrá seguir siendo subdelegada.
Mientras apura ya sus últimos días como representante del Gobierno en la provincia, hace balance en PontevedraViva Radio de esta etapa tremendamente exigente, que señala que "ha sido el culmen de mi carrera", una afirmación que significa mucho para quién lleva 35 años militando en las filas del PSOE y ocupando cargos de responsabilidad a nivel local y autonómico.
Sin embargo, en esta entrevista en la que hay emoción, confesiones y palabras de agradecimiento para todas las personas que la han acompañado, no se olvida de su verdadera vocación, la docencia. Pisó por primera vez un instituto el 1 de octubre de 1976 y desde entonces, "mi vida ha sido la enseñanza" y "no he aprendido de nadie como de mis alumnos".
Como profesora de historia y de historia del arte, confiesa que "los momentos más importantes de mi vida los he vivido en el mundo de la docencia, mi vida ha sido la vida de un profesor" y, echando la vista atrás, recuerda que fue profesora de historia "en un momento en el que había tantas ganas de saber que era imposible sentirte con esa ilusión", justo tras la Dictadura.
Pensado en su faceta como subdelegada, cita cuatro momentos especialmente duros: la pandemia y aquellos primeros momentos "muy duros" en los que "el riesgo era perder la vida"; el triple crimen machista de Valga; el accidente de autobús de Nochebuena en Pedre (Cerdedo-Cotobade), que fue "terrible porque lo único que podías esperar era encontrar cadáveres"; y el naufragio del Villa de Pitanxo en Terranova.
"El Villa de Pitanxo Pitanxo fue horrible porque yo nunca vi tan de cerca el dolor y la desesperación", recuerda de aquella tragedia de febrero de 2022 en la que, haciendo balance, confiesa que "yo creo que fui injustamente tratada", en alusión a las duras críticas de las familias de los fallecidos. Sin embargo, reconoce que "era comprensible".
Así, señala "me sentía muy mal y había cosas que me decían que no tenían absolutamente ninguna justificación, pero "yo decía: el dolor que tiene que estar pasando esta gente, la desesperación de madres, esposas, compañeros, hijos... Aquello fue terrible, muy duro muy duro muy duro".
Esta entrevista difundida en PontevedraVivaRadio y reproducida de nuevo aquí recuerda sus inicios en junio de 2018, justo tras la moción de censura que convirtió a Pedro Sánchez en Pontevedra, un momento en el que "todos éramos conscientes de que había mucho que construir y de que podía salir bien o no", una "travesía del desierto" que finalmente llevó una doble cita electoral.
Ha pasado por siete elecciones en cinco años (tres generales, dos municipales, unas autonómicas y unas europeas", ha tenido cuatro delegados del Gobierno y, para ella, ha sido todo un descubrimiento conocer todo lo que implica la Administración General del Estado, el equipo "extraordinario" que la ha acompañado, todo el funcionariado y ser consciente del alcance del trabajo de la Guardia Civil, la Policía Nacional y el desierto.
Y, durante todo este tiempo, considera que "nunca perdí de vista mi condición de mujer socialista y defensora de la igualdad, la justicia y el avance democrático".
De cara a esta nueva etapa, va a poder "atender a mi familia", a sus amigos y al pequeño Mario, su nieto de 6 años, "el amor de mi vida en este momento". También continuará en política como secretaria local del PSOE.
La entrevista completa puede escucharse en el enlace adjunto y también está disponible para descargar desde la web de PontevedraViva Radio.