Natalia Maquieira Pereira es denominación de origen Rías Baixas por parte materna y paterna. El arraigo no es sólo cuestión de genealogía, desde esta capital tiene pendiente de lo que muestra enredes, en su blog y en su canal de YouTubea decenas de miles de personas.
La blogger e influencer no renuncia a seguir afincada en Pontevedra. No obstante es igualmente realista y añade que "si a mi marido le surge una oportunidad en cualquier parte del mundo estoy dispuesta a marcharme donde haga falta y al revés".
Pese a la proyección que ha conseguido sin cumplir los 30 años, sigue teniendo los pies perfectamente puestos en el suelo y mantiene el 'ego' a distancia más que prudente. Ejemplo: siempre habla en primera persona del plural cuando se refiere al exitoso proyecto empresarial vinculado a Paso a Paso.
¡Oh, sorpresa! resulta que su nombre ya había aparecido en los medios de comunicación antes de que se dedicara a esta profesión 'made in' siglo XXI. Fue la última reina infantil de las fiestas de la Peregrina. De aquella, cuando la edad todavía no es suficiente para saber qué significa, ya avanzaba que quería ser juez. Y llegado el momento, marchó a Madrid para estudiar Derecho.
En La Playlist nos habla de Javier, de Javier y de Javier. Javier, su padre, quien le ayudó a financiar su primera iniciativa emprendedora: una colección de camisetas. De Javier, su hermano; con el que comparte este proyecto profesional y con el cual sigue ejerciendo a rajatabla el rol de hermana mayor. De Javier, su marido, al que conoció con 15 años, con quien también comparte vida profesional, con el que se casó en 2016 en Las Vegas y con el que volverá a casarse en 2019 en Pontevedra.
La timidez no va con ella, sí la introversión. Bien puede ser la cuota de intimidad que cualquiera necesita al tratarse de una persona tan expuesta a todo el mundo. Muy curiosa. Buena estudiante. Desde niña le gustaba la Educación Física y a día de hoy sigue siendo deportivamente activa. Afirma ser mujer de carácter y en PontevedraViva Radiose reconoce además supersticiosa numéricamente hablando, esto es: en el gimnasio no utiliza taquillas impares, no celebra sus cumpleaños en año impar y evita el número 13.
Ya lo dijo el filósofo: el movimiento se demuestra andando. Esto es: paso a paso...