En pequeños detalles se pueden encontrar grandes respuestas. A trece chicas de siete a catorce años les dice nuestra fotógrafa Mónica Patxot: colocaros juntas para sacar algunas fotos. Sin que la presidenta del Club Galaico Sincro de Natación Sincronizada, Belén Álvarez; ni la directora técnica, Diana Fernández, les digan nada, ellas comienzan a organizarse. De arriba a abajo, de izquierda a derecha, de más adelante hacia atrás, con posturas que resultan imposibles para muchos mortales.
Compenetración, resultado de cuatro horas diarias de entrenamiento. Disciplina, no sólo en su práctica deportiva; sino también en la vida diaria. Autoexigencia, con la misma circunstancia anterior. De hecho, todas son alumnas con buenos resultados académicos. El club trabaja actualmente con casi ochenta niñas; desde los tres años hasta las categorías juveniles, tanto para competición como para práctica deportiva.
Uxía Pazos, Sara Villanueva, Sara Marescot, Inés Guijarro, Alexandra Piñeiro, Mercedes Domínguez; Andrea Pazos, Lucía Logroño, Iria Costal, Lola Gómez, Candela Seoane, Sara Fernández y María Maquieira nos van contando en estas Conversas na Ferrería de PontevedraViva Radio cuándo comenzaron esta trayectoria de acrobáticas sirenas. Para practicar la natación sincronizada no sólo están adaptadas al agua, también al ballet, a la danza, a la gimnasia acrobática...
La parte menos amable se la preguntamos a Diana y Belén. Resulta necesaria una apuesta decidida en el programa de tecnificación deportiva de la Xunta con la natación sincronizada para evitar entre otras circunstancias, que las chicas que alcanzan ese nivel y resultados no queden por el camino.
De igual forma - y aunque sucede también en otras modalidades deportivas -, les gustaría contar con mayor colaboración de los centros educativos. Por ejemplo, en la convalidación de la asignatura de Educación Física o en ofrecer facilidades cuando el calendario de competiciones coincide con el escolar o de exámenes.
Un modesto consejo por si esta lectura pareciera exagerada: pasad por las instalaciones de Pontemuiños y observadlas en el agua.