RADIO.- Cara a cara: Manuel dibuja, Moldes contesta

Pontevedra
24 de agosto 2017

Manuel Moldes expone hasta el 17 de septiembre "Pontevedra suite" en el Sexto Edificio del Museo. Una muestra que llegó a emocionarle en su inauguración por los amigos y conocidos que se dieron cita y con la que afirma sentirse muy contento. De hecho, la exposición ha trastocado su ritmo habitual, como dice en este Cara da cara de PontevedraViva Radio y este mes se lo ha tomado "de menos pintar y más hablar con la gente"

El pintor Manuel Moldes en el Cara a cara de PontevedraViva Radio
El pintor Manuel Moldes en el Cara a cara de PontevedraViva Radio / Cristina Saiz

La exposición "Pontevedra suite" nos sirve de excusa para hablar con el pintor pontevedrés Manuel Moldes. Preguntamos al académico de la Real Academia Galega de Belas Artes, crítico en cierta medida con lo que la institución puede y le dejan hacer. Al artista del Grupo Atlántica, del que guarda buenas amistades y no sabría decir si alguna enemistad. Esa década de los 80 que aglutina esta muestra compendia una etapa prolífica personalmente y también en el Arte. Una conjunción de juventud y años prósperos.

Habla también el profesor de la Facultad de Bellas Artes sobre sus alumnos, de las posibilidades y dificultades que "esta sociedad tan compleja" les reporta. Y el Manuel Moldes que con hartazgo político y social apoyó la candidatura de Marea Pontevedra en las elecciones municipales de 2015. Echa en falta el conocimiento, la educación, como pilar de cualquier país.

Recordamos su trayectoria artística con capítulos incomprensibles para alguna que otra de sus obras como el "Cristo das Rías Baixas". Un crucificado desnudo en una cruz invertida que hizo correr mucha tinta entre la Iglesia reaccionaria y sus afines, allá por los ochenta. Quizá sea la pintura que más visitas acumuló estando oculta, en lugar de expuesta en la convocatoria para la que se creó. Un cuadro que a día de hoy conserva sin vender.

Mientras mantiene este Cara a cara en PontevedraViva Radio, no puede dejar de dibujar en un cuaderno. Un lápiz que además de conformar esbozos identificativos del pintor también parece abrir y cerrar el grifo de sus palabras. "Cuando hago una entrevista procuro tener delante un papel y un lápiz. No puedo dejar de pintar, esto de la pintura es algo enfermizo y yo estoy algo enfermiño de pintura. Espero no matar a nadie ni que me maten a mí", concluye con una carcajada.