José Manuel Rodríguez Lamas, conocido 'El Pulpo', es un viejo conocido de la crónica policial pontevedresa. En 1997 fue detenido por la matanza del hostal La Ría de Paredes (Vilaboa), en el que asesinó a tiros a cuatro personas. Ya libre por este cuádruple crimen, acaba de volver a ser detenido.
Rodríguez Lamas fue detenido ahora por la Policía Nacional de Vigo como sospechoso de un robo de 21.000 euros en una empresa de Teis, entre un vehículo Volvo y material informático.
La Audiencia Provincial de Pontevedra le condenó a 125 años de cárcel y pasó entre rejas 25, el máximo legal que estaba permitido.
A finales de 2022 salió a la calle,primero en tercer grado restringido en el Centro de Inserción Social (CIS) Carmen Avendaño de Vigo y luego ya libre. Ahora, con 57 años, ha vuelto a ser detenido.
El subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Abel Losada, quiso felicitar "expresamente" a la Comisaría de la Policía Nacional de Vigo por el "éxito que significa" esta detención de un "viejo conocido" de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
Sitúa este "éxito" en una campaña de prevención de la delincuencia callejera que se centra, sobre todo, en robos a personas, vehículos y establecimientos, todos ellos "actos delictivos que generan una gran percepción de inseguridad" en la población y que son una "cuestión estratégica" para la Subdelegación y la Policía.
Según reveló Losada, la detención es fruto de una "sospecha" de los policías, que acabaron encontrando el material robado y las llaves del coche en posesión de 'El Pulpo' y de un cómplice, otro viejo conocido de la Policía en el barrio de Teis. Este segundo detenido es un "delincuente habitual", aunque con delitos menos graves.
El crimen de Paredes lo cometió el 26 de enero de 1997 y dejó como balance cuatro muertos y un herido. Previamente, había mantenido una discusión con una de las víctimas mortales, Roberto Iglesias Domínguez, en la que le disparó, pero no le alcanzó. Ese día, sí le alcanzó con dos tiros.
La gravedad de la masacre implica a varias personas. Así, obligó a punta de pistola a otras dos personas, Jesús Brea y José Manuel Pazos, a acuchillar el cuerpo y a un tercero, Marcial Magdalena, a embalarlo.
Luego se deshizo de él. El cadáver no fue localizado hasta ocho años después, cuando, desde la cárcel de A Lama, confesó que estaba en un pozo en Ponteareas.
Ya pasadas varias horas desde este primer crimen, de madrugada, citó a los testigos en el hostal y los mató, primero a Eugenio Riobó y luego a Jesús Brea y Mercedes Castaño, todos de tiros en la cabeza. También causó heridas a Alberto Piñeiro y Marcial Magdalena logró encerrarse en un armario y evitar las balas.
De allí, huyó y fue localizado dos semanas después en Cabral, en Vigo, una zona que le era conocida, pues ejercía de taxista en la ciudad. Se resistió a la detención también a tiros y llegó a alcanzar a uno de los agentes antes de que le pusiesen las esposas. En ese momento, les pidió: "Matadme".
Ya en prisión, en el año 2002, fue el autor de una agresión a un interno que le reportó otra condena a dos años por un delito de lesiones.