Este 1 de diciembre, representantes e delegados de la CIG se concentraban en las siete ciudades y villas más importantes de Galicia. En Pontevedra, se concentraban ante el edificio de la Xunta de Galicia para después llevar a cabo una manifestación, bajo la lluvia, por las calles de Pontevedra hasta finalizar en la Subdelegación del Gobierno alertando de la profunda crisis que se multiplicó con la pandemia.
Denuncian que ni la Xunta de Galicia ni el gobierno del Estado adoptan medidas necesarias que eviten que la clase trabajadora pague las consecuencias de esta situación actual.
Inciden en la escalada imparable de la factura eléctrica, que causa graves daños en las economías familiares y también en la actividad económica e industrial con el consiguiente aumento de los precios de todos los productos básicos.
Al no incrementarse de la misma manera los salarios, este sindicato nacionalista califica la situación como "crítica" para la clase trabajadora, ya que el trabajo no garantiza una vida digna.
Demandan, además, la derogación de las reformas laborales. Los dirigentes de la CIG acusan al gobierno de coalición del Estado de incumplir las promesas y de montar un "paripé mediático" para mantener después los aspectos más lesivos de las reformas.
A esta lista de peticiones se suma la exigencia de pensiones dignas, al señalar que en Galicia miles de personas jubiladas y pensionistas cobran pensiones "de miseria". Exponen que la reforma de las pensiones que se encuentra en proceso de tramitación en el Congreso introduce medidas como el aumento de las cotizaciones, un cambio que agrava las nefastas consecuencias de las anteriores reformas, según indican desde esta central.