Protesta de Ence en las calles de Pontevedra: "Todos somos Ramiro"

Pontevedra
17 de diciembre 2021

La marcha convocada por Comisiones Obreras contó con la presencia de alrededor de 150 trabajadores de Ence y empresas auxiliares. Se iniciaba en el Hospital Provincial para hacer una parada en el Concello de Pontevedra donde reclamaron al alcalde la retirada de la demanda contra el trabajador de Ence, Ramiro Cerdeira, a quien la Fiscalía solicita un año de prisión. Finalizaba en la Subdelegación del Gobierno donde pidieron la reactivación de la mesa de diálogo para adscribir los terrenos de Ence al Puerto de Marín

Protesta de personal de Ence para pedir la adscripción de la empresa al Puerto de Marín y la retirada de la denuncia a un trabajador / PontevedraViva

Alrededor de 150 trabajadores de Ence y de empresas auxiliares se manifestaban este viernes por las calles de Pontevedra convocados por el sindicato Comisiones Obreras. Los motivos de esta marcha, según exponía Ana Cedeira, presidenta del comité de empresa de oficinas centrales, era la petición al alcalde de Pontevedra de la retirada de la denuncia por la que la Fiscalía solicita un año de prisión a Ramiro Cerdeira, delegado del comité de empresa de fábrica, por golpear el vehículo del alcalde después de protagonizar un encierro con otros trabajadores en el Concello. Además, la protesta también se dirigía al Gobierno del Estado para reclamar la reactivación de la mesa de diálogo con el objetivo de que los terrenos que actualmente ocupa se adscriban al Puerto de Marín.

A las 11.00 horas se iniciaba la manifestación en la plaza del Hospital. Allí Ana Cedeira y Ramiro Cerdeira mostraban un escrito de las diligencias previas del juzgado en el que aparece la alcaldía del Concello de Pontevedra como denunciante del trabajador de Ence. "El alcalde dice que nosotros mentimos, pero quien miente es el alcalde de Pontevedra", afirmaba la representante sindical alegando que la Fiscalía no habría actuado si no se hubiera denunciado a un trabajador que "solo ha defendido el puesto de trabajo de los empleados de Ence. Somos 5.000 Ramiros. Basta ya de este acoso en contra de todos nosotros. No somos Ence-borroka, solo somos trabajadores. Hoy todos somos Ramiro", exponía Ana Cedeira.

Por su parte, Ramiro Cerdeira manifestaba que está pasando un mal momento "porque me quiere poner como un delincuente. Quien puso la denuncia fue la alcaldía. Quedé yo solo y éramos trece, pero voy a seguir defendiendo mi puesto de trabajo y el de mis compañeros con esta incertidumbre que hay en la empresa".

Desde el gobierno local de Pontevedra sostienen que ni el alcalde Miguel Anxo Fernández Lores ni el Concello presentaron denuncia contra el trabajador y aseguran que en el escrito de la causa aparece claramente que la parte acusadora es el Ministerio Fiscal. Insisten en que, de los hechos sucedidos en aquella protesta, solo se remitió al juzgado el atestado de la Policía Local sobre lo ocurrido y consta en las diligencias judiciales que el coche del alcalde sufrió daños y que el regidor declinó presentar denuncia. También afirman que, cuando el alcalde fue al juzgado a prestar declaración, lo hizo en calidad de testigo no de acusación.

En todo caso, los trabajadores se concentraron ante el edificio del Concello culpando a Fernández Lores de la situación que sufre actualmente la empresa. Allí Ana Cedeira gritaba "Ence sí, Lores no" seguida por los participantes de la protesta y explicaba que no temían a las amenazas porque van a seguir defendiendo sus puestos de trabajo.

La protesta concluía en la Subdelegación del Gobierno ante la presencia de numerosos dispositivos policiales que evitaban el acceso de los manifestantes a las escaleras del edificio. Ana Cedeira acusó a la subdelegada Maica Larriba y al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de considerar "terroristas" a los trabajadores de Ence al movilizar siete furgones para un acto en defensa del empleo en la factoría de Lourizán. La representante de CCOO demandó la convocatoria de la mesa de diálogo con todas las partes del conflicto de Ence con un solo tema: la adscripción de los terrenos que ocupa actualmente la factoría al Puerto de Marín. Entienden que con este cambio, la empresa dejaría de estar regulada por la Ley de Costas y podría depender de la Ley de Puertos del Estado, que permitiría su permanencia en su actual localización.

Antonio Taboada, de Seforcel, también se dirigió a los asistentes para insistir en la legalidad de esa solución, amparándose en el informe del Consello Consultivo y en el inicio de los trámites por parte de la Autoridad Portuaria para dar ese paso. 

La protesta no fue secundada por representantes de CIG y UGT, una nueva muestra de la división que existe dentro de la factoría sobre las soluciones de futuro para la empresa. Ana Cedeira pidió a aquellos trabajadores que hoy no habían podido asistir que se sumen a futuros actos para defender sus empleos. La próxima cita será en febrero, cuando realicen una marcha desde la fábrica hasta el Puerto de Marín para agradecer a los responsables de la Autoridad Portuaria que iniciaran el procedimiento para pedir al Gobierno que los terrenos de Lourizán pasen a formar parte de la entidad portuaria.

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