Los cuatro grupos de la Corporación municipal, BNG, PSdeG-PSOE, Avante Poio y Partido Popular, mantenían un encuentro para acordar la firma de una declaración institucional en contra de la decisión de Abanca de cerrar la sucursal bancaria de Campelo, medida que adoptarán a partir de septiembre, según trasladaron desde la entidad a dirigentes municipales durante los últimos días.
Todos los grupos coinciden en que mantener operativo un dispositivo automático en Campelo, trasladando la oficina a Combarro, tal y como pretende la entidad, es "totalmente insuficiente" y consideran que no cubre las necesidades de más de un millar de residentes en este núcleo de población de la parroquia de San Xoán, según manifestaba el alcalde Luciano Sobral, tras la Xunta de Portavoces convocada de forma extraordinaria para tratar esta problemática.
Todos los grupos políticos representados por Xulio Barreiro, Chelo Besada, Silvia Díaz y Ángel Moldes están decididos a emprender acciones para que Abanca reconsidere "esta decisión tan desafortunada" de cerrar la oficina situada en la calle Pedro Soto Couselo, afirma el alcalde al tratarse de un punto que registra una importante actividad a diario.
El Concello también estudia convocar un encuentro con agrupaciones y colectivos como la Cofradía de Pescadores, la lonja y otras entidades del tejido empresarial y social de Campelo para analizar la situación y adoptar posturas para que Abanca trate con respeto a este núcleo residencial del municipio, apuntan desde la corporación.
El Concello estudiará, como solicitó el PP, la opción de dar de baja todas las cuentas que actualmente mantiene operativas en esta entidad. Solicitarán, además, una reunión con los responsables territoriales de Abanca para instar a que mantenga operativas todas las oficinas del municipio y reclamar nuevamente al instalación de un cajero automático en Raxó, referente turístico que ya sufrió el desmantelamiento de la oficina años atrás, según indican desde el gobierno local.