El BNG y el PSOE de Marín mostraron su preocupación por los presupuestos municipales aprobados para el año 2024 por el Partido Popular. Según los socialistas, la alcaldesa María Ramallo "decidió que este año los marinenses tendrán que apretarse el cinturón porque se avecinan nuevas subidas de impuestos".
El incremento presupuestario propuesto para este año supone el "mayor incremento anual de impuestos en la historia de Marín", lamentan los de Manuel Pazos, que aseguran que "el gobierno que presumía de 'hacer más con menos' y de impulsar un política de impuestos bajos, decidió este año incrementar la recaudación fiscal como nunca antes se hizo en Marín".
De esta forma, el Concello recaudará 1,1 millones de euros mediante una subida media de impuestos locales y tasas municipales superior al 15%.
Desde el partido nacionalista, por su parte, explican que el incremento presupuestario equivale a un 7,15% respecto al año anterior y que "no contempla una estrategia clara para abordar los retos socioeconómicos de Marín, ni refleja una intención de incrementar la inversión en áreas críticas para el desarrollo comunitario".
Lamentan que esta subida no garantiza ni contribuye al bienestar social y al dinamismo económico de la villa, sino todo el contrario. Las mujeres representan el 61% del paro registrado en 2023, lo que refleja "una grave falta en el compromiso del gobierno local con la igualdad de oportunidades y la inclusión social".
"Estas cifras no solo representan una crisis económica, sino también una crisis de justicia social que este presupuesto parece agravar además de una falta de compromiso con la mejora de la calidad de vida del vecindario en Marín", según Lucía Santos.
Ante esta situación, el BNG exige una revisión de los presupuestos y que el vecindario participe en el proceso presupuestario para que garantizar que se reflejen sus necesidades; que se priorice la inversión en áreas que promuevan el desarrollo económico y social sostenible de Marín, especialmente aquellas que aborden la desigualdad y fomenten la inclusión; y que se mejore la transparencia y la eficacia en la gestión de los recursos municipales, asegurando que los presupuestos se ajusten a la realidad socioeconómica de la villa y se ejecuten de manera efectiva.