El sindicato CIG ha mostrado su preocupación por la situación en la que queda la plantilla de Linorsa, concesionaria de la limpieza en instituciones y dependencias públicas, tras la entrada de la empresa en concurso de acreedores.
La central tuvo conocimiento este viernes de que Linorsa solicitó la entrada voluntaria en concurso de acreedores el pasado 19 de abril, a pesar de que el día 18 mantuvieron una reunión con la empresa en la que les negaron esta posibilidad.
Entienden que las deudas que la empresa mantiene desde hace años con las trabajadoras van a ser "muy difíciles de liquidar", toda vez que en el proceso "prima el bien común sobre lo individual, por lo que la plantilla sería la última en cobrar".
En este sentido, recuerdan que la compañía tiene una deuda de 180 mil euros con la Seguridad Social y de cerca de dos millones con Hacienda. Con todo, anuncian movilizaciones en caso de que Linorsa no pague las cantidades pendientes.
Finalmente, desde la CIG insisten en que todo esto no habría pasado si la empresa hubiera entregado la documentación económica y las administraciones velaran por el cumplimiento de los pliegos de condiciones.