El vecindario del barrio de Cantodarea está preocupado por el aumento de viviendas y parcelas abandonadas en la zona y que, según advierten, provocan problemas de convivencia y salud. Así se lo trasladaron a la alcaldesa, María Ramallo, en una reunión.
El gobierno municipal asegura ser "consciente" de esta situación, pero reconoce que la solución es "compleja" porque se tratan de espacios privados en los que es difícil actuar.
A pesar de eso, Ramallo aseguró que intentarán buscar la forma de abordar esta situación.
La asociación de vecinos de Cantodarea también analizó con los representantes municipales algunas de las actuaciones que se llevaron a cabo en el local social, la antigua escuela de música, donde fueron reformados los servicios.
Ese es el espacio en el que la asociación lleva a cabo muchas de sus actividades, pero consideran que lo más oportuno, dada la situación sanitaria, es no recuperar su organización hasta después del verano, teniendo en cuenta siempre la evolución de la pandemia.
Los vecinos también trasladaron al Concello que la festividad de San José Obrero tendrá que realizarse de manera adaptada a las circunstancias, por lo que simplemente se realizará algún tipo de acto religioso reducido.