¿Por qué la CIG centró los actos de 8 de marzo en las tiendas de Zara, Massimo Dutti o Bershka?

Pontevedra
08 de marzo 2016

La CIG protagonizó una concentración en Pontevedra para denunciar lo deterioro de las condiciones laborales de las mujeres, el incremento de las desigualdades y los recortes sociales con el lema "Precarias"

Concentración de la CIG en el 8 de marzo PontevedraViva

La CIG protagonizó una concentración en Pontevedra para denunciar el deterioro de las condiciones laborales de las mujeres, el incremento de las desigualdades y los recortes sociales con el lema "Precarias".

Según el sindicato nacionalista, la precariedad es la mejor definición de la situación sociolaboral que atraviesan las gallegas, con contratos temporales, trayectorias laborales inestables, con mucha rotación laboral y con salarios, en muchos casos, por debajo de la línea de la pobreza.

La "jornada de lucha" se centró este año en las tiendas del grupo Inditex: Zara, Pull&Bear, Massimo Dutti, Bershka, Stradivarius, Oysho, Zara Home y Uterqüe. Una elección "que no es casual", ya que la mayor parte de su personal "son mujeres, con contratos a tiempo parcial, que trabajan a un elevado ritmo de trabajo, con gran rotación, salarios bajos, a las cuales se les dificulta la conciliación, mientras las empresas consiguen millonarios beneficios a costa de la explotación de las trabajadoras".

En esta situación situó la CIG también a las trabajadoras de venta, a las que denunció que se les exige tener buena presencia y sufren discriminaciones por razón de edad, ya que, afirmó, "la media de edad es de 28 años y esconden a las de más de 40 en los almacenes, o prejubilan a las de más de 50".

La CIG no olvidó tampoco a las trabajadoras de los centros logísticos, que "tienen que hacer horas extra para poder sacar en una jornada de trabajo la cantidad de prendas marcadas por los ritmos de robotización"; ni a las que son explotadas por estas mismas empresas en los países pobres, en las fábricas de confección de ropa.

Una explotación que, señalaron, no sólo sucede en el país o en el resto de países donde el grupo tiene sus tiendas, sino en las fábricas de confección de la ropa, deslocalizadas en los países más pobres.

He ahí la paradoja, concluyeron, "trabajadoras en precario trabajan para otras mujeres precarizadas".