Falta menos de una semana para el Entroido y los escaparates de Pontevedra fueron invadidos por piratas, príncipes y princiesas y demás personajes. Por algo es la fiesta favorita de una parte de la población que espera ansiosa su llegada para permitirse actuar, por una o varias noches, como alguien totalmente distinto.
La antelación con la que la gente comienza a buscar el disfraz que lucirá esa noche es algo que ha sorprendido a comerciantes como Loli, de Disfraces Novás, que asegura que “estábamos desmontando lo de Navidad y ya casi teníamos a la gente preguntándonos cuándo los íbamos a poner”. Parece que la gente se toma mucho más en serio el Entroido, sobre todo los grupos de adultos, que para conseguir el look perfecto son de los primeros que empiezan a ojear tras la difícil elección.
Porque si algo está cambiando estos últimos años es que los niños han dejado de ser el público principal de estos comercios y cada vez son más los adultos que se unen a la diversión de las fiestas y acuden a las tiendas especializadas en busca del disfraz perfecto para ellos o para su grupo. Los más mayores gastan una media de entre 30 y 40 euros, bastante menos que la suma invertida en los más pequeños, aproximadamente unos 20 euros, pero varía según el disfraz. “Depende del capricho, los hay de todos los precios”, cuenta Loli.
Como salidos de un cuadro de Warhol, los disfraces inspirados en el Pop Art se apoderarán de las calles de la ciudad durante la semana de fiestas si se cumplen las previsiones de Melissa de Party Fiesta. Lo vintage está de moda tanto a la hora de crear un disfraz personalizado como para elegir uno en concreto: las referencias aGreaseo los emblemáticos Elvis Presley y Marilyn Monroe se sitúan entre los más demandados, pero sin olvidar los más tradicionales que prefieren vivir un día como superhéroe, policía, o, quién lo iba a decir, romper con la modernidad y comportarse, literalmente, como un auténtico troglodita.
Desde Party Fiesta comentan que hay gente que se lo toma más en serio y por ello han vuelto a acudir a tiendas especializadas. Los más jóvenes, cuenta Loli de Disfraces Novás “están volviendo al comercio local”, por lo que a pesar de lo que se pueda creer, no sienten la presión de la competencia de los bazares chinos y lo descartan como posible amenaza, ya que no ofrecen la misma especialización que los establecimientos que ellas atienden.
El Entroido está a la vuelta de la esquina y más vale que aquellos rezagados sin disfraz se vayan preparando para unas fiestas que empezarán oficialmente el viernes 24 de febrero con la lectura del pregón en la plaza de A Ferrería y finalizarán el sábado 4 de marzo con el entierro de la particular "sardina" de Pontevedra, el loro Ravachol.