Según explica el Arzobispado de Santiago, en enero de 1515, durante un grave episodio de peste, la entonces villa de Pontevedra se ofreció a San Sebastián, con motivo de la proximidad de su fiesta y dada su especial intercesión para librar de cualquier enfermedad a personas y urbes. "Comoquiera que el brote de peste remitió a raíz de las devotas oraciones de los pontevedreses, desde entonces se le rinde a este santo un especial homenaje cada 20 de enero, figurando como uno de los principales protectores de la ciudad, junto a San Roque".
Actualmente es otra la pandemia que preocupa a la humanidad y la Iglesia Católica ha vuelto a acudir a estos dos abogados frente a las epidemias.
Mientras dure el confinamiento, la parroquia de Santa María la Mayor se ha puesto bajo la encomienda de San Sebastián y de San Roque, destacando un cuadro del primero y la imagen del segundo en un lugar preeminente de la Real Basílica.
Según explican los responsables de esta parroquia se ha adoptado esta medida "con el propósito de situar a Pontevedra, una vez más, bajo el patrocinio efectivo de sus santos benefactores".
Sin embargo los protocolos sanitarios desaconsejan sacarlos en procesión como se hacía antaño. "Son muchas las rogativas a ambos santos de que hay constancia, habitualmente celebradas con novenario y procesión. Dado que las aglomeraciones únicamente favorecerían la propagación del coronavirus, sería contraproducente programar cualquier manifestación pública de este tipo".
NOVENA VIRTUAL
Sin embargo, el párroco Javier Porro no descarta otras alternativas "de contar con una suficiente demanda social, se plantearía la posibilidad de llevar a cabo una novena virtual, a través de los medios telemáticos a nuestra disposición".
Y es que esta parroquia de Santa María la Mayor de Pontevedra ha buscado durante estos días la manera de reorganizarse y coordinarse, ciñéndose a las medidas tomadas por la administración estatal y autonómica, y también a lo dispuesto por la Conferencia Episcopal Española y los obispos de la Provincia Eclesiástica de Galicia.
Así, se ha suspendido el culto público, la Real Basílica mantiene una versión reducida de su horario de apertura, de 10 a 13:30 horas, por las mañanas, y de 18:30 a 20:30, por las tardes. Las misas se están celebrando en privado, sin dar la comunión, al igual que el rosario. También se está procediendo, por otra parte, a la limpieza y desinfección de los espacios parroquiales.
La catequesis ha transformado sus métodos con actividades en línea o incluso encuentros por vídeo llamada. Y otro tanto ocurre con la Pastoral de la Salud, que mantiene un seguimiento telefónico con todas aquellas personas enfermas o impedidas que antes eran visitadas con frecuencia en sus hogares.