Los trabajadores municipales que siguen trabajando para garantizar los servicios mínimos de atención a la ciudadanía podrán, si así lo desean, alojarse en hoteles de la ciudad y no convivir con personas de riesgo para minimizar al máximo las posibilidades de contagio del coronavirus.
Esta medida, según el Concello, es de carácter voluntario y está pensada para los trabajadores públicos de servicios esenciales y que acuden a diario a sus puestos de trabajo.
En Pontevedra, alrededor de unas 120 personas están trabajando en remoto desde sus domicilios, en dos turnos, y alrededor de 200 personas trabajan presencialmente, de las cuales 150 forman parte de Policía Local y Bomberos, y otras cien acuden a sus puestos en turnos y en diferentes instalaciones municipales.
Esta opción de disponer de un alojamiento individual es uno de los recursos que el Concello ponen a disposición de su personal para evitar la propagación del COVID-19 entre la población en general, y entre los grupos más vulnerables en particular.
El gobierno municipal asumirá el coste del alojamiento hotelero y el trabajador o trabajadora deberá cumplir con los requisitos de confinamiento fuera de su horario laboral, incluidos fines de semana y demás libranzas
Para esto, deberán disponer del equipaje y objetos personales suficientes para respetar el confinamiento durante todo el período que permanezca activo el estado de alarma.