Hasta 66 indicadores diferentes medirán de manera permanente que los objetivos recogidos en el plan de movilidad urbana sostenible (PMUS) de Pontevedra se cumplen y, por lo tanto, que este documento no es un "brinde ao sol" para cumplir con la Ley de Transición Ecológica.
Esta normativa obliga a las ciudades a adoptar antes de 2023 medidas para reducir el tráfico, proponiendo la implantación de una tasa por acceder a los centros urbanos o bien prohibiendo la entrada a los vehículos más contaminantes.
Pontevedra defiende una 'tercera vía', seguir avanzado en su modelo urbano e implantar en todo el centro y los barrios de O Burgo, Estribela y Monte Porreiro una zona de tráfico reducido.
Para ofrecer "garantías", según el edil de Mobilidade, Demetrio Gómez, de que esta solución "serve" y que Pontevedra "avanza na liña marcada por UE e o Estado español", el Concello quiere contar con datos concretos que avalen esta estrategia.
Todos estos indicadores estarán relacionados con los objetivos recogidos en el PMUS.
Este documento, que ya ha sido aprobado mediante un decreto de la Alcaldía, será remitido al pleno de la corporación municipal para que se pueda debatir y ratificar su contenido.