La Alcaldía del Concello de Pontevedra ha renovado la colaboración que anualmente destina a la organización no gubernamental Solidariedade Galega co Pobo Saharaui, que durante los últimos veranos trasladaba a menores saharauis para que pasaran el verano con familias de acogida de Pontevedra.
Este verano, sin embargo, se ha suspendido el programa de Vacaciones en Paz con motivo de la emergencia sanitaria causada por la presencia de la Covid-19. En todo caso, el Concello destina 6.000 euros al programa de urgencia alimentaria en los campos de refugiados saharauis en Tindouf.
Con esta cantidad se colabora cubriendo el déficit que sufren en los campamentos en cuanto a alimentación básica como legumbres, arroz, aceite o azúcar, además de proporcionar desayunos en las escuelas de los campamentos.
Solidariedade Galega do Pobo Saharaui alertaba ya el 19 de abril de que las organizaciones humanitarias internacionales que operan en los campamentos de refugiados saharauis, especialmente ACNUR, el PMA, UNICEF y cinco ONGs internacionales como Oxfam, CISP, Médicos del Mundo, MPDL y SIA, reclaman ayudas urgentes y donaciones para evitar un mayor deterioro de la situación humanitaria.
Indican que ha aumentado la tasa de anemia ha superado el 73% entre mujeres, embarazadas y madres lactantes. Y la malnutrición entre menores de cinco años se acerca al 25%. A estas cifras hay que sumar el alto porcentaje de personas que sufren diabetes y problemas de presión arterial.
Las necesidades urgentes de elementos básicos como agua para higiene, salud, nutrición, educación y protección para los refugiados saharauis en Argelia alcanzarían una cifra de 14 millones de euros.
También para frenar los efectos negativos de la Covid-19, la Media Luna Roja Saharaui (MLRS) pide a los países donantes que aceleren la provisión de contribuciones urgentes a los refugiados saharauis y apoyen a los sectores que salvan vidas, especialmente al sector de seguridad alimentaria.
Señalan que el impacto de la Covid-19 es visible entre los 60.000 residentes de los Territorios Liberados de la República Saharaui. Esta población, además, sufre la sequía de los dos últimos años y su economía depende fundamentalmente de los intercambios comerciales con zonas fronterizas que ahora se encuentran cerrados para evitar la transmisión de la epidemia. Para cubrir las necesidades fundamentales de esta población, las ONGs estiman que son necesarios cinco millones de euros.