Situaciones tan graves como la vivida hace pocos días con los incendios forestales, que en Ponte Caldelas arrasaron 2.900 hectáreas, pueden sacar a relucir también la cara más amable del ser humano.
La solidaridad en este municipio pontevedrés se ha multiplicado, hasta el punto que el movimiento asociativo del municipio se ha agrupado con el objetivo de coordinar diferentes iniciativas en busca de paliar los daños ocasionados.
De esta forma las principales asociaciones de vecinos, culturales, comunidades de montes, entidades deportivas, comerciantes y Cáritas están representadas en una comisión que pretende impulsar diversos eventos solidarios.
La primera iniciativa será una cena benéfica organizada por Cáritas y que contará con un 'plato cero', para que las personas que no puedan acudir al evento tengan la posibilidad de colaborar aportando fondos a la cuenta bancaria para los damnificados habilitada por el Concello. Además se trabajará en la organización de un festival y de una jornada de conciertos para la juventud.
Otra de las ideas planteadas en la reunión de los diferentes colectivos es la creación de una 'brigadas solidarias' compuestas por albañiles, electricistas o carpinteros que puedan ayudar durante los fines de semana en la reconstrucción de las edificaciones dañadas.
LA AYUDA TAMBIÉN LLEGA DE MADRID
Un grupo de cinco jóvenes madrileños, de entre 24 y 28 años, sorprendió a todos en Ponte Caldelas al presentarse este viernes en el municipio con un camión cargado con 14 palés de ropa, comida, medicinas, material sanitario y también productos para animales.
La iniciativa partió de una de esas personas, Belén Merino, que impactada por las imágenes que le llegaba de los incendios decidió hacer algo al respecto y comenzó una campaña cuyo objetivo inicial era llenar el maletero de su coche. La respuesta fue tan buena que tuvieron que contactar con una empresa de transportes qque les cedió un vehículo con el que trasnportar todo el material a Galicia.
Los jóvenes se interesaron por los daños en la Hípica Amazonas, y allí se plantaron con el material recaudado, que ahora será clasificado por los servicios municipales para ser entregado a Cáritas y otras ONG.
FAMILIA REALOJADA EN LA CASA DA QUINTÁN
Las dos familias que perdieron sus viviendas por efecto del fuego el pasado domingo ya están correctamente realojadas "durante todo el tiempo que sea necesario", señaló el Concello.
El gobierno local instaló al propietario de la casa ecológica situada al lado de la carretera de Regodobargo en la Casa de la Quintán, el chalé restaurado y equipado por la Xunta de Galicia hace 8 años como residencia para personas dependientes y que permanecía cerrado desde entonces.
La otra familia realojada está instalada por su parte en una vivienda social municipal en Caritel hasta que reconstruyan su propiedad, también situada en la parroquia de A Insua.