Ir recuperando paulatinamente la normalidad es lo que están tratando de hacer los vecinos de Ponte Caldelas, tras la ola de fuegos que arrasó el municipio el pasado domingo. Se vieron afectados 25 de los 33 núcleos poblados del ayuntamiento.
En las últimas horas todavía una brigada municipal tuvo que ir a apagar pequeños incendios en una finca de Chaín y en un galpón con alpacas de A Ínsua.
En cuanto a la superficie afectada, el Concello dispone de un primer dato de una ingeniería forestal que estima en unas 2.900 hectáreas la superficie arrasada. El dato será corroborado en los próximos días y reflejado en el informe final.
La valoración final no se conocerá hasta que pasen algunos días, pero el Concello ya puede confirmar que hay un mínimo de seis viviendas afectadas, la mitad de ellas en el lugar de A Ínsua: una destruida completamente, otra con la zona de los dormitorios calcinada y una caravana, también inservible.
En Regodobargo quedó afectado un pequeño módulo prefabricado. Una vivienda quedó sin ponerte en Chaín y otra vivienda más resultó dañada en Parada. A ello hay que añadir daños menores como persianas derretidas y una larga relación de desperfectos.
Hay cinco tractores quemados (cuatro en Parada y un Regodobargo) y varios vehículos tanto particulares como de empresas en diversos lugares. También hay muchos daños en fincas, plantaciones agrícolas y explotaciones ganaderas, donde incluso pereció el ganado. Hay una ganadería de Rebordelo que quedó sin forraje para los animales y en la Hípica Amazonas sufrieron daños materiales y tres yeguas resultaron gravemente heridas por el fuego
La principal empresa afectada es Nefab, fábrica de tableros de madera con 49 empleados, que está parada desde el domingo; aunque también numerosos autónomos sufrieron pérdidas importantes en maquinaria, vehículos o mercancías.
La prioridad ahora es la recuperación de los servicios públicos, comenzando por el agua. Hay mucha gente sin suministro porque el fuego se llevó por delante las traídas.
Hay pueblos enteros que llevan sin agua desde el domingo. La situación es grave e imposible de solucionar con rapidez. El Concello acudió ayer a llenar parcialmente el depósito comunal de Gradín, pero al hacerlo descubrió que el tubo soterrado que abastece al pueblo estaba quemado.
El Concello está también esforzándose en recuperar la iluminación pública. Mucho cable quedó derretido durante el domingo e incluso algunas de las farolas. A día de hoy la situación está casi normalizada, excepto en Silvoso, donde aún quedan zonas por recuperar.
Los contenedores de basura también resultaron afectados, especialmente en la zona de A Ínsua y Regodobargo. La empresa concesionaria está revisándolos con vistas a su sustitución. Una dificultad añadida, comenta el alcalde, es que la reposición de estos contenedores no está prevista en el contrato con la concesionaria.
En cuanto al suministro eléctrico, hubo problemas en Parada y Taboadelo, por la caída de árboles sobre la línea de media tensión. Y también algunos incidentes al quemarse acometidas a viviendas en la red de baja. La empresa distribuidora, Elemol, solucionó todo con mucha rapidez y el lunes por la mañana el servicio ya estaba restablecido a los cerca de 100 abonados afectados
Además, el gobierno municipal recibió ya a más de 50 vecinos para informarles sobre el procedimiento para la valoración de los daños.