El Concello de Ponte Caldelas arría la bandera de la Unión Europea en protesta por el acuerdo firmado con el gobierno turco para facilitar la deportación masiva de refugiados.
El alcalde socialista, Andrés Díaz, y el concejal nacionalista Manuel Barreiro, en nombre del equipo de gobierno, fueron los encargados de bajar la insignia estrellada que cuelga del mástil, sin ser retirada por completo, pero no ondea en el Consistorio como manera de rechazo colectiva ante un convenio que consideran que viola los derechos humanos.
Andrés Díaz animó a todos los ayuntamientos, especialmente en aquellos gobernados por alcaldes progresistas, a "hacer visible con este gesto el rechazo a este pacto que viola la Carta Internacional de los Derechos Humanos, tal y como expresó la propia ONU".
Además, el Parlamento Europeo "se distancia del acuerdo con la actitud de varios legisladores que mostraron dudas sobre su legalidad, ya que se trataría de una expulsión colectiva prohibida por la Convención de Ginebra", avisa el alcalde de Ponte Caldelas.
Andrés Díaz reconoce que este es un acto simbólico pero "cargado de razones porque no podemos construir la Unión Europea, a Europa social, con decisiones y actitudes que violan los derechos de las personas y que fuxen de la guerra y de la muerte dejando atrás toda su vida. No podemos permanecer impasibles ante una decisión injusta e incluso xenófoba".
"Desde el Concello de Ponte Caldelas exigimos que se tomen las medidas oportunas para proteger los derechos humanos y hacemos esta arriada de la bandera por considerar vergonzoso que una institución que defiende los valores democráticos pueda llegar a acuerdos que atentan contra los derechos fundamentales de las personas", concluyó Andrés Díaz.