El gobierno local de Ponte Caldelas espera que el abandono del edificio situado en el Camino de Valdarrosa, entre el colegio Cordo Boullosa y la subida al Instituto de Enseñanza Secundaria de Ponte Caldelas, quede superado si la Xunta de Galicia aprueba el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) que el Concello le remitirá en las próximas semanas.
El documento de PXOM propone transformar esta finca, denominada Pinar da Laranxeira, en suelo de vivienda libre, por lo que los dos bloques para 28 viviendas, distribuidos en dos alturas y bajo cubierta, podrían finalizarse y salir a la venta en el mercado inmobiliario común.
El Concello, en cumplimiento de la legislación urbanística, prevé un suelo equivalente y con la misma edificabilidad en el suelo urbanizable con el que quiere ampliar el casco urbano. Dentro de esta nueva bolsa de suelo no consolidado, con capacidad para un total de 140 viviendas, se encaja un solar para 28 viviendas en régimen de protección.
El edificio de vivienda de protección oficial (VPO) de Ponte Caldelas lleva varios años paralizado. La empresa pontevedresa García Ameal S.L. detuvo las obras ante la imposibilidad de continuar ejecutando una promoción que no es competitiva en el mercado actual.
Según el gobierno local, la desaparición de las ayudas a la vivienda protegida de promoción privada y las restricciones para la venta de este tipo de pisos, tanto en características formales como en requisitos que deben reunir los mercadores, fueron las causantes. Más aún, el régimen de VPO que se aplicaba cuando se inició esta obra ya ni siquiera existe.
El inmueble es el resultado de una modificación puntual del suelo, regido por las normas subsidiarias de hace 25 años, precedido de un convenio urbanístico que quedó sin cumplir y a día de hoy es inejecutable. Con esta solución, el gobierno local, formado por PSdeG-PSOE, AVP y BNG, intenta, de este modo solucionar una situación muy compleja que supone un perjuicio claro para los intereses municipales.
El alcalde, Andrés Díaz, recalca que hace años que no se construye un nuevo bloque de viviendas en Ponte Caldelas, por lo que estos 28 pisos vendrían a cubrir parte de la demanda existente.
"El mercado local está parado porque no hay vivienda ni para comprar, ni para alquilar y existe una larga lista de espera en la inmobiliaria local", asegura. Los solares existentes en el casco urbano están en manos de propietarios que residen fuera o de muchos propietarios, lo que dificulta que el suelo consolidado se edifique. "En estas circunstancias, es una lástima que un edificio que ya cuenta con la estructura y la fachada en pie no se finalice", añade.
Andrés Díaz confía en que la aprobación del PXOM contribuya a poner fin a todos estos problemas, dado que el documento recoge todas las observaciones negativas realizadas por la Xunta de Galicia en el año 2006, cuando el anterior equipo de gobierno presentó su propuesta.