El Concello de Ponte Caldelas acaba de registrar la primera iniciativa legal contra el trasvase del río Verdugo con la interposición de un recurso ante el Concello de Vigo instándolo a anular el acto de aprobación por parte de la Xunta de Goberno local, el pasado 29 de diciembre, del convenio con la Xunta de Galicia para la financiación de esa controvertida obra.
El recurso, bajo la fórmula de requerimiento de anulación al amparo de la Ley de lo Contencioso-Administrativo, al no existir recursos administrativos típicos entre administraciones, advierte de que el acto administrativo aprobado por Vigo adolece de vicios insalvables que lo convierten en nulo de pleno derecho.
Al mismo tiempo, el Concello de Ponte Caldelas, gobernado por PSdeG-PSOE, AVP y BNG, presentó un "escrito de consideraciones" delante de la entidad pública autonómica Augas de Galicia en base a los mismos argumentos y advirtiéndole de que si llega a firmar ese convenio, trámite que la Xunta de Galicia aplazó "sine die", será inmediatamente recurrido en los juzgados de lo contencioso-administrativo.
El recurso, que firma el alcalde, Andrés Díaz, se basa en que el Concello de Vigo no puede comprometerse a financiar una obra fuera de su ámbito territorial, excediéndose de sus competencias, entendiendo que esta razón es suficiente para la declaración de la nulidad de pleno derecho. Acompaña jurisprudencia sobre la anulación de otros convenios entre administraciones, toda vez que las competencias municipales están limitadas al término municipal.
Por otra parte, Ponte Caldelas rechaza la validez de ese convenio al estar fundamentado en la declaración de emergencia realizada por Augas de Galicia el pasado mes de diciembre. Sin embargo, a día de hoy, está revocada precisamente la instancias del Concello caldelano. Por lo tanto, añade el texto del recurso, el convenio se apoya sobre unos antecedentes y unos fundamentos jurídicos inexistentes.
Desde el punto de vista ambiental, Ponte Caldelas alerta de que, de ejecutarse ese trasvase desde el río Verdugo, Augas de Galicia, en base a la legislación aplicable, incluso podría aprobar la aplicación de regímenes menos exigentes que el caudal ecológico en situaciones de sequía extrema, causando así un grave perjuicio, por lo que invita a buscar soluciones alternativas, menos agresivas medioambientalmente.
Por lo que respecta a la tramitación procedimental del convenio también se aprecian defectos de forma invalidantes. El recurso cita la ausencia de una memoria justificativa previa a la aprobación del convenio por la Xunta de Goberno local del Concello de Vigo y también echa en falta la solicitud formal de colaboración, que es una exigencia procedimental ineludible derivada de la ley de ejecución y explotación de infraestructuras hidráulicas. Esta solicitud, además, debe ir acompañada de amplia documentación que tampoco se ha presentado.
Finalmente, el convenio resulta inválido porque no consta que Vigo disponga de una partida presupuestaria específica destinada a la financiación de estas obras y tan sólo se comprometió a tramitar un expediente de modificación de créditos.
Andrés Díaz afirma que Ponte Caldelas inicia así la batalla legal contra una "ocurrencia" que nunca debió haber llegado hasta este punto. "Ponte Caldelas está en medio de una reyerta política entre la Xunta de Galicia y el Concello de Vigo y no lo vamos a tolerar". El regidor exige respeto a la autonomía municipal de un ayuntamiento cuyo territorio se pretendió ocupar "casi de manera militar como si no hubiera llegado la Democracia". "Unos hechos aún más intolerables cuando hablamos de una agresión medioambiental sin precedentes para llevar la mitad o más del agua del río Verdugo en situaciones de sequía", añaden.
El alcalde de Ponte Caldelas aclara que el recurso previo de anulación está interpuesto sólo contra el Concello de Vigo porque fue la administración que adoptó actos administrativos susceptibles de impugnación. La Xunta de Galicia, en cambio, pisó el freno y se limitó, hasta ahora, a declaraciones políticas y reuniones en las que su postura fue cambiando del trasvase sí a una vaga apelación al consenso.
Díaz Sobral concluye que Ponte Caldelas ya ganó la primera batalla, consistente en la derogación de la declaración de emergencia por parte de Augas de Galicia y continuará hasta donde sea preciso para que el trasvase se descarte definitivamente.