"Hoy Ponte Caldelas está de luto", afirmaba este sábado desolado el alcalde, Andrés Díaz, tras comprobar los daños registrados en el municipio tras el paso de la borrasca Domingos, en especial por el desbordamiento del río Verdugo.
El agua no sólo destrozó el campo de fútbol de Chan da Barcia, que ha quedado completamente inservible, sino que también se registraron daños en el pabellón, en el taller de maquinaria municipal de vías y obras, en mobiliario público y en numerosos bienes privados.
"Las pérdidas económicas son millonarias, y los daños morales son irreparables", asegura Díaz reconociendo que "siento rabia e impotencia porque no sé cómo vamos a frontar este desastre".
Por ese motivo el alcalde ha solicitado la ayuda de Xunta de Galicia y Deputación de Pontevedra. "Lo que puedan colaborar en la medida de sus posibilidades, porque los daños son incalculables y no sé cómo los vamos a afrontar", ha incidido el regidor muy afectado por el desastre natural.