Un año después de presentar una propuesta técnica para reactivar la Central de Transportes de Ponte Caldelas, el gobierno municipal denuncia que la Xunta de Galicia sigue bloqueando los planes empresariales para esta parcela del polígono de A Reigosa.
Los empresarios interesados en instalarse en estos terrenos están sufriendo, según el Concello, el "desinterés" del gobierno gallego en la adaptación de la ordenanza urbanística y de los planos que regulan las condiciones de edificación en estos 86.963 metros cuadrados de suelo industrial.
El Concello redactó una propuesta técnica en noviembre de 2016 para corregir las carencias en la normativa urbanística aplicable, que es competencia exclusiva de la Xunta, en los terrenos propiedad de la administración autonómica a través de la sociedad Xestur.
Ante la falta de respuesta, en julio de este mismo año se aprobó una moción en el pleno para solicitar de la Xunta la realización de unos trámites "sencillos" y que podrían haberse sacado adelante "en un escaso período de tiempo". Fue aprobada por los votos favorables del gobierno local, mientras el PP votó en contra. Un año después "todo continúa parado", dice el Concello.
La nueva ordenación urbanística, solicitada por Ponte Caldelas, permitiría la subdivisión de las cinco grandes parcelas de la Central de Transportes, inaugurada en 2005, en decenas de subparcelas mucho más adecuadas a la demanda. Sin embargo, para ello es necesario fijar los criterios de alineaciones de fachadas, distancias a los colindantes, fondo edificable y tipología de los muros, entre otros parámetros urbanísticos.
El alcalde, Andrés Díaz, recalca que además de solicitar formalmente esta modificación, el Concello la ha solicitado también de manera verbal en numerosas ocasiones.
"La realidad es que hay casi media docena de empresarios interesados en construir pequeñas naves en A Reigosa y no pueden hacerlo porque la Xunta no hace los deberes y eso paraliza no sólo el aprovechamiento de unos terrenos cuya urbanización costó 3,5 millones de euros, sino que paraliza también la creación de puestos de trabajo en Ponte Caldelas", asegura el alcalde.
En los doce años que los terrenos de la Central de Transportes llevan en el mercado, recuerdan desde el gobierno local, Xestur "no fue quien de venderlos a pesar de las sucesivas rebajas de precio", por lo que existen consenso entre todas las partes de que la "única salida" está en rediseñar el proyecto inicial y dar cabida a naves de menor tamaño y formato.
La única gran parcela vendida en todo este tiempo fue para la instalación de una gasolinera, proyecto que ya está en trámites para la obtención de la licencia municipal.