Ambos la necesitan pero ninguno la quiere. Los gobiernos locales de Poio y Sanxenxo mantienen vivo la polémica sobre la ubicación de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR).
En las últimas horas el alcalde de Poio, Luciano Sobral (BNG), mantuvo una reunión con diez colectivos del municipio que le reclamaron que agilice los trámites para proponer un terreno adecuado para la construcción de la depuradora y que este proyecto se pueda llevar a cabo lo antes posible, para completar el saneamiento de Raxó.
Luciano Sobral insiste en que la estación depuradora debe construirse en la zona de Pampaído, en la parroquia de Dorrón, en el Concello de Sanxenxo, tal y como contemplaba el proyecto inicial de Augas de Galicia, que posteriormente fue descartado por razones técnicas.
Por su parte, el Ejecutivo sanxenxino exigió nuevamente al alcalde de Poio que sea responsable de sus propios vertidos y "asuma as súas responsabilidades e deixe dunha vez por todas de derivar os problemas dos seus veciños aos concellos limítrofes".
Desde Sanxenxo se propuso una alternativa que también fue descartada por la Xunta por "motivos económicos".
Sin embargo, denuncian que el Concello de Poio "no só non presentou proposta algunha senón que elude as súas obrigas defendendo que a depuradora que dará servizo maioritariamente aos seus veciños debe estar en Sanxenxo", algo que el Ejecutivo de este último municipio tiene claro que no va a permitir. "Non consentiremos que tenten cargar os seus problemas aos veciños de Dorrón", afirmaron.
Al igual que ya hizo en el año 2012, el gobierno local sanxenxino pidió a todos los colectivos implicados en la gestión y explotación de la ría que reclamen al Concello de Poio que resuelva la situación que genera fundamentalmente ese municipio y "do que está eludindo a súa responsabilidade dende hai vinte anos".