Arrancamos la charla con Natalia de Santiago preguntando por ese verbo que utiliza para el titulo del libro que acaba de publicar: 'Emprende en positivo'.
¿Se emprende mucho o poco en España? y responde: "el tejido empresarial español es fundamentalmente de autónomos, pequeñas y muy pequeñas empresas, aunque las famosas sean las grandes. Sí que hay muchos aunque se habla poco de ellos y son los grandes olvidados de la economía; pero se incita poco al emprendimiento".
Continúa la conversación, casi obligadamente: ¿por qué? y las causas son varias. Una puede estar en la falta o ausencia de contenidos financieros en los ciclos obligatorios de la educación en España, "en la parte de finanzas personales suspenden estrepitósamente porque no hay o hay muy poco y se da de forma transversal y en temas de emprendimiento hay algo pero es escaso y optativo", y añade que en los superiores puede ser mejorable.
Otra razón está en el miedo al fracaso, "los españoles somos muy aversos al riesgo y todo lo que signifique una mala experiencia que vaya aparejada a una pérdida de dinero como pueden ser las empresariales, suele estar mal visto. Esto habría que cambiarlo. Los datos dicen que cuando montas un negocio quien tiene más posibilidades de éxito es quien ya ha emprendido y ha tenido éxito y el siguiente quien ha emprendido y ha fracasado, no quien no lo ha hecho nunca. Ciertamente hay que cambiar el chip".
Y otra circunstancia que puede condicionar, ¿qué ocurre con todos los impuestos que se pagan aquí?, "lo que puede suceder es que el talento emprendedor se vaya. Ese es un riesgo, claro y quienes mandan lo tienen que valorar mucho porque si desincentivamos el emprendimiento ese dinero se puede ir fuera de nuestras fronteras y nos vamos a quedar sin talento y sin innovación".
Previamente a la introducción de 'Emprende en positivo' la autora, que es emprendedora, divulgadora y también escritora, coloca una frase de William Bruce Cameron: "No todo lo que puede contarse cuenta, ni todo lo que cuenta puede contarse".