Pedrea, lluvia, viento y frío, el "meigallo" de San Cibrán en este 2024

Pontevedra
01 de abril 2024
Actualizada: 30 de septiembre

Alrededor de doscientas personas siguieron la misa central de la jornada celebrada en la carpa situada frente a la ermita en este lunes 1 de abril. Las inclemencias del tiempo restaron asistencia este año a la romería típica donde se evita el "meigallo" dando nueve vueltas alrededor de la capilla lanzando pequeñas piedras al tejado

Romería de San Cibrán 2024 Mónica Patxot

Los devotos de San Cibrán tuvieron que sortear las inclemencias del tiempo para acercarse este año a la tradicional romería que se celebra en la ermita situada en la parroquia de Tomeza.

Relámpagos, truenos, granizo y lluvia fuerte se presentaban alrededor de las 11.50 horas, apróximadamente una hora antes del inicio de la misa principal de la jornada, que oficiaba Casimiro Fernández, párroco de Campolongo, en una carpa situada frente a la capilla y seguida por alrededor de doscientas personas.

Los violentos chubascos evitaron la presencia de visitantes de fuera del municipio en una jornada desapacible. Sheila Pazos, unna de las representantes de la organización. reconocía el efecto de la lluvia en la escasa asistencia que se registraba este año respecto al anterior. De todos modos, agradecía los "claros" momentáneos que, a ratos, se descubrían en el cielo. "Hoxe tamén é día laborable e a xente xa non pode subir como quixera", admitía.

Otros como Miguel, un vecino de Tomeza, cumplía con su tradición anual y a lomos de su caballo subía a la fiesta, amenizada por el grupo de gaitas y tambores Polavila. Bajo una carpa de grandes dimensiones, que resonaba bajo el viento, se elaboraba pulpo y churrasco durante esta jornada.

Los asistentes cumplieron con los ritos habituales de esta celebración. Primero, al precio de dos euros, compraban el ramo de herbas formado por romero, malvarrosa, ruda, laurel y olivo; cinco hierbas típicas para que el meigallo no entre en la casa durante todo el año. "Antes eran máis", apunta Sheila Pazos, "pero moitas herbas foron desaparecendo". 

El ramo debe mantenerse en el domicilio, guardado bien seco, para quemarlo con motivo del San Xoán. El efecto contra los maleficios dura un año. En la siguiente romería es necesario comprar otro ramo para renovar el escudo herbáceo

También los devotos rodean nueve veces la capilla lanzando a cada vuelta una piedrecita que recogen de una cesta. "Son nove voltas, pero se alguén non as pode dar, sempre pode dar sete ou unha. Debe ser un número impar", explica Sheila Pazos para añadir que las piedras se lanzan para saber cuántas vueltas se han realizado.

Por debajo del santo también se establece un recorrido de siete vueltas con el mismo objetivo, liberarse de la mala suerte.