Un año después de haber iniciado los trámites -con la presentación de la correspondiente oferta-, el Concello de Pontevedra y la Comunidad de Montes de A Canicouva suscribieron este jueves el contrato de alquiler de los terrenos en los que el gobierno municipal pretende instalar la planta de compostaje. "Mantemos o horizonte de 2017 para que entre en funcionamento", aseguró el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, tras la firma del acuerdo.
En virtud de este convenio, por el cual A Canicouva cede diez hectáreas de propiedad mancomunada por treinta años, la comunidad de montes recibirá un canon anual de 2.000 euros por hectárea, a lo que hay que sumar una renta variable de 0,40 euros por tonelada procesada. Estas cantidades serán actualizadas cada ano con el IPC correspondiente y en caso de que éste sea negativo, se mantendrá el canon del año anterior.
Además, el Concello se compromete a asumir los trabajos de silvicultura en otras quince hectáreas de monte comunal.
Todo este dinero que recibirá A Canicouva gracias a este acuerdo tendrán que destinarlo obligatoriamente a la mejora del monte de la parroquia o a la inversión en obras y servicios que sean de interés general para toda la comunidad de vecinos propietarios. Se excluye la posibilidad de que se pueda repartir entre los comuneros.
"É un caso único, unha comunidade de montes que voluntariamente cede os terreos para construír unha planta de compostaxe", destacó el alcalde, que agradeció públicamente la "sensibilidade ambiental" demostrada por estos comuneros. La firma de este contrato es, dijo, un "paso fundamental" para construir la nueva planta de tratamiento de residuos orgánicos que convertirá a la ciudad en un "referente" en esta materia.
Por su parte, el portavoz de los comuneros de A Canicouva, José Carlos Portela, mostró su satisfacción por la firma de este convenio, ya que afirmó que "apostamos por darlle unha rendibilidade ao monte" y que este acuerdo con el Concello "é bo para a parroquia". En este sentido, apuntó que se trata de un paso "moi estudado" y celebró que las negociaciones entre ambas partes hayan llegado "a bo porto".
DETALLES SIN CONCRETAR
Por ahora, reconoció el alcalde, solo existe un estudio de viabilidad "moi xenérico" realizado por la Deputación de Pontevedra que avala la rentabilidad de la planta que se proyecta en A Canicouva. Una vez se hayan definido las características del proyecto y se sepan las "necesidades" -entre ellas la tecnología que se vaya a emplear, las toneladas que se tratarán o el tipo de tratamiento que se va a hacer-, se encargarán nuevos informes "máis específicos".
Además, Fernández Lores explicó que todo este proceso requiere de la "colaboración exquisita" de los pontevedreses porque la correcta separación de los residuos orgánicos para que el compost que se produzca "sexa rendible". Por ello, el Concello además de analizar cuál será la mejor opción para la recogida y el nuevo sistema de contenedores que se vaya aplicar, también pondrá en marcha campañas de sensibilización y concienciación social.
La Deputación, avanzó el regidor capitalino "vai a participar dalgunha maneira" en la construcción y gestión de la planta. Con la administración provincial de la mano, el Concello anunció que se pondrán en marcha ya en los próximos meses una serie de composteros comunitarios, no solo en las parroquias del rural, sino también en barrios urbanos como Eduardo Pondal y Monte Porreiro.