El paso del temporal 'Kirk' por Pontevedra durante la madrugada y la mañana de este miércoles 9 de octubre dejó numerosas incidencias en toda la ciudad, aunque sin consecuencias graves para las personas, según informó Eva Vilaverde, concejala de Seguridade Cidadá.
Las lluvias registradas en la capital durante las doce horas del paso del temporal fueron de 50 litros por metro cuadrado, según Meteogalicia.
Los servicios municipales, incluyendo Emerxencias, jardines, mantenimiento, limpieza e iluminación, trabajaron intensamente durante toda la noche y la mañana para atender los múltiples incidentes registrados. Muchos de ellos aún continúan activos, según el gobierno local.
La caída de árboles fue una de las principales problemáticas, siendo especialmente notables las ocurridas en la Alameda, en Rosalía de Castro y en la avenida de Marín a la altura del ORAL.
También se registraron caídas importantes en la calle María Victoria Moreno, afectando a un puente del paseo dos Gafos, y en Estribela, Casaldourado, donde además se vio afectado el tendido eléctrico.
En la Rúa Tetuán se desprendieron piezas de uno de los inmuebles que obligaron al cierre de esta calle del centro histórico.
Otras zonas con incidentes fueron la Rúa Portugal, con daños a vehículos, el Miradoiro de Monte Porreiro, y varios centros educativos como el colegio de Monte Porreiro, situado en la calle Grecia, por la caída de un árbol; el Sagrado Corazón y el Colexio da Carballeira.
En el IES Xunqueira 2, dos árboles de gran tamaño cayeron sobre vehículos y se produjo también un derrumbe de otro árbol en el patio cayendo sobre un lateral del centro educativo.
La avenida de Marín se vio parcialmente afectada, cortándose un carril en dirección Marín - Pontevedra.
Por otro lado, la avenida de Bos Aires permanece cerrada por el riesgo de caída de árboles a la altura del talud de la playa fluvial, mientras los servicios municipales evalúan la seguridad de la zona.
El temporal también provocó el desbordamiento del río Gándara, en los límites con el Concello de Barro, obligando a desviar el tráfico de peregrinos.
Las instalaciones deportivas permanecieron cerradas durante la mañana en el Concello de Pontevedra, y su reapertura dependerá de la evolución meteorológica.
Los parques y jardines municipales se mantendrán cerrados por el momento debido al riesgo que supone el viento y la lluvia.
La concejala Vilaverde destacó que los servicios municipales continúan trabajando para resolver las incidencias pendientes y evaluar los daños en toda la ciudad.