París ha puesto sus ojos en la transformación urbana de Pontevedra. Así lo ha reconocido la alcaldesa de la capital francesa, Anne Hidalgo, que ha querido mantener un breve encuentro con el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, tras la clausura del Forum Smart City que se ha celebrado los dos últimos días.
“Si puedo iré a conocerla”, le ha asegurado Hidalgo a Fernández Lores, tras la invitación formal que el regidor pontevedrés ha realizado a la alcaldesa de París. La dirigente ha explicado que uno de sus asesores, Carlos Moreno -que estuvo recientemente en Pontevedra participando en un congreso-, “me ha dicho que tengo que ir”.
Esa posible visita, que a falta de cerrar los detalles podría realizarse el próximo mes de marzo, se realizará en un momento en el que la capital francesa tiene decidido dar un paso adelante en la lucha contra el cambio climático.
Para ello, entienden desde el gobierno, urge reducir la contaminación que produce el tráfico y recuperar espacios públicos para los ciudadanos, caminando hacia lograr una ciudad más amable y de mayor calidad de vida. En este escenario buscan referentes y, según la alcaldesa de París, en Pontevedra han sido “visionarios” con su transformación urbana.
Los colaboradores de Anne Hidalgo consideran además que ante las posibles reticencias que pueda haber para avanzar en el camino recorrido por Pontevedra durante los últimos veinte años, “es mejor verlo” porque se comprende mejor “que si te lo cuentan sobre el papel o con fotografías”.
A este respecto, en la clausura del Forum Smart City, Hidalgo ha señalado que todas las ciudades, independientemente de su tamaño, “tienen su lugar” en la lucha contra el cambio climático, por lo que ha reclamado a las autoridades europeas que las inversiones públicas en materia de transición ecológica no se incluyan en el cálculo del déficit.
La alcaldesa ha pedido “iniciar un camino que apenas está explorado” y comenzar a diseñar las ciudades con criterios ambientales y sostenibles, defendiendo un París que en un futuro próximo debe ser “más verde y respirable” y pensada en los colectivos “más frágiles” como los niños, las personas de avanzada edad o con movilidad reducida.
Además, también ha abogado por darle mayor protagonismo al medio natural en la ciudad, mejorar la calidad del aire o recuperar el río Sena, de forma que se puedan habilitar incluso zonas de baño, de la misma manera que han hecho otras ciudades como Pontevedra.
Horas antes, el alcalde de Pontevedra ya había mantenido una reunión de trabajo con parte del gobierno municipal de París para analizar la transformación de la Boa Vila, alabada por París.
Así, Fernández Lores departió durante hora y media con Caroline Daude, Alice Veyrie, Michéle Zaoui y Constance Parodi, concejales de Transporte, Urbanismo, Patrimonio e Innovación respectivamente, y con Xavier Vuillaume, director del gabinete de la alcaldesa.
Todos ellos, según el alcalde, quisieron “saberlo todo” del modelo urbano de Pontevedra, especialmente acerca de cómo se limitó el tráfico en el centro de la ciudad, cómo funciona el sistema de aparcamientos o cómo se abordó el proceso de liberalización de espacios públicos.
Además, también mostraron interés en la regulación realizada en la Boa Vila para ordenar las terrazas de bares y restaurantes que ocupan vía pública, una actividad que en París es más que notable, con los establecimientos ocupando cada vez más espacio en las calles y plazas.
Lores ha explicado que, a pesar de estar decididos a abordar una transformación de París, en el gobierno municipal hay “cierto miedo” al estar tan solo a dos años de las elecciones. A pesar de ello, han señalado que se están impulsando iniciativas al respecto, como la futura peatonalización de la Plaza de la Bastilla, que cuenta con el apoyo vecinal.
El alcalde pontevedrés les animó a ser “valientes”, ya que citando datos del propio Ayuntamiento de París, solo utilizan el coche el 10% de los parisinos utilizan el coche y el 30% de la gente que viene de municipios cercanos, lo que implica que esta transformación afectaría a mucha menos gente que en Pontevedra, en donde se redujo un 60% el uso del coche privado “y ahora la gente no quiere volver atrás”.
Este encuentro pone fin a la agenda de la delegación pontevedresa en París, en donde ha quedado claro, según señala Fernández Lores, que “corre o ruxe ruxe” sobre el modelo urbano de Pontevedra por todo el mundo y que hay “mucho interés” en conocerlo con detalle.