Panadería Acuña ha decidido dar un paso adelante en su apuesta por el cultivo de trigo autóctono de Galicia, ampliando su plantación en Lalín hasta alcanzar las 5 hectáreas para el año 2025.
Este movimiento no solo refleja su compromiso con la calidad y el producto de proximidad, sino también con la sostenibilidad y la economía local.
Con esta ampliación de terreno, que ya ocupa una extensión equivalente a cinco campos de fútbol, Andrés y Jacobo Acuña se marcan como objetivo llegar a los 10.000 kilos de cereal, o incluso superarlos.
Este trigo 100% gallego será utilizado para elaborar los reconocidos "panes de kilómetro cero".

El secreto del éxito de esta plantación en la Comarca do Deza radica en la calidad del trigo que cultivan, una variedad autóctona gallega llamada caaveiro, y el empeño de la cuarta generación de la emblemática familia panadera en volver a los orígenes.
Sin embargo, este camino no ha estado exento de desafíos, como la climatología adversa o el acondicionamiento de un terreno en el que nunca se había sembrado trigo de este tipo.
En 2023, la plantación de Acuña, que está a cargo de los lalinenses Miguel y Laura, generó 7.300 kilos de harina, suficiente para más de dos meses de producción.
La buena cosecha de ese primer año llevó a los Acuña a incrementar una hectárea más de terreno cultivable, logrando una producción total de 8.400 kilos en 2024.
El proceso de molienda es otro de los aspectos que destaca en la producción de esta harina 100% gallega.

El trigo caaveiro se muele en Melide y llega hasta el obrador de Pontevedra, donde con métodos artesanales se da vida a unas bollas pensadas para degustar en familia, en una experiencia para los sentidos que bien podría maridar con un buen queso o un vino de la tierra.
"Hace años que el pan ha perdido importancia en la mesa y queremos aprovechar que ahora está remontando y la gente demanda cada vez más esa calidad y ese sabor de siempre", indican Andrés y Jacobo Acuña.
En sus más de 70 años de historia, Panadería Acuña ha sabido combinar tradición y modernidad. Con esta ambiciosa expansión y un enfoque claro en el producto artesano de calidad, no solo busca satisfacer el paladar de los pontevedreses, sino también contribuir a una economía local más fuerte y orgullosa de su vuelta a los orígenes.