Por primera vez desde que se hizo cargo de la concesión de la autopista AP-9, la compañía Audada ha tenido que pagar el impuesto de bienes inmuebles (IBI) a los ayuntamientos por los que pasa su trazado. En el caso de Pontevedra, ha tenido que abonar casi 315.000 euros.
Esta cantidad ha permitido que el dinero que ingresarán las arcas municipales por el IBI en 2024 crezca de manera notable.
Así, Pontevedra ingresará 18,38 millones por este impuesto, que tasa todas las propiedades inmobiliarias de los contribuyentes.
Son 533.000 euros más de los que se liquidaron el año anterior, cuando entre recibos y liquidaciones, los pontevedreses pagaron en materia de IBI 17,85 millones al Concello.
El IBI urbano, que pagan todos los propietarios que posean viviendas, garajes, locales o cualquier tipo de propiedad urbana, supusieron 66.212 recibos, lo que sumados a las 5.566 liquidaciones, aportó un total de 17,71 millones.
Las conocidas como liquidaciones especiales, entre las que se incluye el IBI de la AP-9, también han experimentado este año un importante aumento, al pasar hasta los 644.000 euros, frente a los 345.000 euros que supusieron en 2023.
Además del pago de Audasa, entre otros conceptos, también integran este apartado los algo más de 79.000 euros que abona la Secretaría de Estado de Transportes por instalaciones y terrenos vinculados con el Puerto de Marín o con el propio Puertos del Estado.
En cuanto al IBI rústico apenas hay variación entre ejercicios y, en el año 2024, los 947 recibos emitidos supondrá a los propietarios de estos terrenos casi 27.400 euros.
El periodo voluntario de pago del IBI, que comenzó el pasado 5 de septiembre, está abierto hasta el próximo 5 de noviembre.