La Xunta de Galicia ha recibido un total de nueve ofertas de empresas interesadas en el contrato para ejecutar las obras de mejora de la estación depuradora de aguas residuales de Praceres. La actuación cuenta con un presupuesto superior a los 16.5 millones de euros.
Las obras, según el gobierno gallego, permitirán mejorar a corto plazo la depuración de las aguas residuales de los ayuntamientos de Pontevedra, Marín, Poio y Vilaboa y cumplir los límites de vertido marcados por la normativa europea.
El contrato cuenta con un plazo de tres meses para la redacción del proyecto y doce para su ejecución, además de un período de otros doce meses para la puesta en marcha de los nuevos tratamientos.
La intervención contempla la remodelación del tratamiento secundario existente, con el fin de garantizar la correcta depuración de hasta 900 litros por segundo de agua residual.
La solución proyectada consistirá en la modificación del reactor biológico existente para disponer de un tratamiento de lecho móvil y una posterior clarificación de las aguas mediante un proceso físico-químico con lastrado por microarena.
Además, se ampliará la línea de fango para tener en cuenta las nuevas aportaciones y se realizarán una serie de actuaciones previas para mantener el funcionamiento de la depuradora durante las obras.
Los trabajos pueden subdividirse en cinco categorías: las actuaciones previas, la conversión de los reactores biológicos a lecho móvil, la implantación de una etapa de clarificación de las aguas depuradas, la reforma del edificio de control y la de la línea de tratamiento de fangos secundarios.
Esta actuación se completará con la construcción de un nuevo emisario submarino, cuya ejecución se prevé iniciar también este año. Ambas forman parte del plan de saneamiento local de la ría de Pontevedra, que incluye además la necesidad de mejorar las redes de saneamiento municipales por las que se producen infiltraciones indebidas.