Música, gastronomía y un montón de actividades lúdicas. Es la atractiva propuesta que ofrecerá este fin de semana en el Grove el festival solidario Nos seus pés, un evento que busca concienciar a la sociedad sobre la crisis de refugiados que atraviesa Europa.
Este 2023 se celebra la quinta edición de este evento que viene teniendo lugar desde 2017 tras la Festa do Marisco para extender las celebraciones un fin de semana más.
Las actividades de Nos seus pés, concretamente, serán el viernes 20 por la tarde y todo el sábado 21 en la Plaza de O Corgo, y el domingo la celebración se traslada al Náutico de San Vicente.
El festival arrancará el viernes a las 20:30 horas con el ya tradicional tapeo solidario, en el que estarán Javier Olleros (Culler de Pau), Javier González (Rexidora), Marta Fernández y Roberto Filgueira (O Balado), Alberto Cruz (Landua), Álvaro Fuentes (Meloxeira Praia) y Marcos Otero (Afuego Tapería).
Todos ellos servirán sus creaciones gastronómicas acompañados de la música de Tú Chupabas Caramelo DJ y continuará, a las 23.30, con un DJ set con Thom Archi, YMK, Tankgirl y Oujapee.
El sábado Nos seus pés comienza a mediodía con una sesión de vermuteo que tendrá música en directo a cargo de The Freshkiños y también el espectáculo de Michu da Rocha. Por la tarde (17.30), haberá actividades para niños, ellas manualidades, juegos, pintacaras y un concierto.
A las 20:30 horas habrá una sesión de zumba y, ya por la noche, cuatro conciertos a partir de las 22.15 que incluyen las actuaciones de Lucía Aldao, Grampoder, Visi y Treinteañeras Cañeras.
Ya el domingo el festival será en el Naútico de San Vicente. Allí habrá una sesión vermú que se extenderá hasta la tarde. Habrá una ‘paella solidaria’ y música de Tomás Porteiro y Mürt.
Nos seus pés nació de la inquietud de su directora, Mar Benavides, de querer hacer un mundo más justo para todos. Después de servir como voluntaria en el campo de refugiados de Eleonas, en Grecia, llegó a O Grove con la idea de ayudar, por poco que fuera, a la causa de los refugiados.
Ahora, seis años después, el festival se consolidó como una fiesta más en el calendario de O Grove gracias a la colaboración inestimable de todo el vecindario. Entre todos se recaudaron casi 40.000 euros destinados, de forma íntegra, la asociaciones de ayuda humanitaria.