La de esta noche ha sido una madrugada en vela en Ponte Sampaio. Aunque el incendio en la nave anexa a la antigua fábrica de cerámica de Pontesa quedó controlado sobre las diez de la noche, los trabajos de extinción continuaron durante horas.
Las tareas de los bomberos de Pontevedra, que estuvieron auxiliados por efectivos de los parques comarcales de Bueu y Ribadumia, se centraron en atajar los tres focos que seguían ardiendo tras controlar el fuego, según explicó la edil de Seguridade Cidadá, Eva Vilaverde.
"Foi unha noite longa para os servizos de emerxencia xa que os labores de extinción foron moi laboriosos", ha afirmado la concejala pontevedresa.
No hubo ya más riesgo de propagación del incendio, ha añadido Vilaverde, pero los trabajos de los equipos de emergencias tuvieron que "sectorizar" la zona para acabar con los rescoldos que aún quedaban y enfriar toda el área afectada por el fuego, evitando que éste reavivase.
Con respecto al fuego, la mayor complejidad fue atajarlo ante la gran cantidad de cereal que se había acumulado en el interior de la nave, "con todas as dificultades que iso conleva para apagar un lume", ha señalado la responsable municipal de seguridad.
Este cereal es un producto que, por acumulación de gases y polvo, puede combustionar con cierta facilidad y eso fue lo que produjo la explosión que se registró, que hizo que el incendio que ya había sido controlado adquiera un carácter de gravedad, al saltar a la cubierta de la nave.
La circulación por la N-550 quedó restablecida ya sobre las siete de la tarde después de mantenerse cortada más de una hora debido al incendio.
Una de las principales preocupaciones de los bomberos era la uralita que había en la cubierta de las naves afectadas, al temer que el fuego pudiese llegar a ella y "saltar" hacia la zona de circulación entre Ponte Sampaio y Arcade.
En el incendio resultaron heridas tres personas, dos operarios de la empresa Grupo Nogar, la inquilina de esta nave de almacenaje de semillas, y un bombero que participaba en los trabajos de extinción. Dos de ellos, uno de los operarios y el bombero, sufrieron heridas leves.
El más grave es el segundo trabajador de la empresa, un hombre de 59 años que, tras ser trasladado al Hospital Montecelo, tuvo que ser derivado a la unidad de quemados del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña, ante la gravedad de sus quemaduras.