El 23 de mayo de 2018, a las 16.15 horas, les cambió la vida. La explosión de un almacén ilegal de explosivos de la Pirotecnia La Gallega arrasó su pueblo, Paramos, en Tui, y volatilizó tanto la nave en la que estaba ese material como todo el entorno. Un matrimonio falleció y resultaron afectadas 37 personas y 446 parcelas.
Cinco años y cuatro meses después, finalmente, el caso ha llegado a juicio. El dueño de la pirotecnia confesó los hechos y pidió perdón -"Sinto moito o ocorrido. E pido perdón"- y todas estas personas a las que la vida le dio un vuelco pueden empezar a pasar página.
Así lo señaló este jueves Salvador García, presidente de la Asociación de Afectados de Paramos. Acudió al juicio en la Audiencia Provincial de Pontevedra en representación de todos sus vecinos e insistió en esa necesidad de cerrar un capítulo para poder seguir con sus vidas.
Las viviendas destrozadas por la explosión ya están restauradas, el año pasado dieron por cerrada la reconstrucción, y tan solo les quedaba pendiente esta vertiente judicial. "Los vecinos lo que quieren es pasar página y olvidar todo", explicó.
Lo vivido fue muy intenso y reconoce que "este suceso no lo vamos a olvidar nunca porque lo que vivimos fue indescriptible", pero sí necesitan cerrar ya todo el proceso judicial, que pesaba como el recuerdo permanente de lo ocurrido.
Ahora, cerrar la vía judicial les permitirá "no tener que recordarlo constantemente, no tener que vivir todavía pendientes de este juicio".
A nivel burocrático, además, como asociación, la directiva espera que haya sentencia para poder repartir el dinero que sigue todavía pendiente relativo a las indemnizaciones y "poder cerrar la asociación y pasar página".