La Guardia Civil ha detenido a una persona y ha identificado a otros diez individuos por el altercado registrado en la noche de este lunes en el poblado chabolista de O Vao de Arriba. Dos agentes municipales resultaron heridos en el transcurso de este violento suceso al ser apedreado su coche patrulla por parte de un grupo de unos 20 vecinos de este asentamiento marginal conocido por ser un punto negro en la venta de droga.
Este martes se ha celebrado una rueda de prensa en el Concello de Poio en la que el alcalde Luciano Sobral ha informado que los agentes agredidos se recuperan en sus domicilios de las lesiones sufridas tras recibir el alta la pasada noche en el Hospital Montecelo, donde estuvieron acompañados por el propio regidor y la edil de Seguridad Ciudadana, Marga Caldas.
"Están completamente abatidos, con cortes, magullados por todos lados", han explicado sobre los policías que ahora están de baja médica.
Preocupa la lesión de una de las agentes que resultó herida en un ojo con los cristales de la ventana del coche durante el ataque.
Para Luciano Sobral lo ocurrido ayer en este asentamiento chabolista "son uns feitos graves que non poden quedar impunes", ha dicho el alcalde. "Os autores deben pagar por iso", ha insistido. Y ha añadido "quen actúa desta forma ten que saber que a xustiza e a lei hai que cumprilas".
En esta misma comparecencia el jefe de la Policía Local, Antonio Duarte, ha relatado que, alertados por el 112, los dos agentes municipales acudieron sobre las 20.07 horas del lunes a O Vao en apoyo de la Guardia Civil que acababa de detener a una persona reincidente en saltarse el confinamiento. Este hombre opuso resistencia a la detención provocando la reacción violenta de sus vecinos.
Al llegar al lugar, la Guardia Civil ya no estaba y el coche policial fue rodeado por una multitud que les lanzó piedras y les golpeó con palos. "Os dous axentes lograron abandonar o vehículo e tiveron que esperar aos reforzos fóra do poboado", ha explicado Duarte.
En esa turba había gente con"pedras, bates, paus e había dous veciños que tiñan unha machada", aseguró.
El jefe de la Policía Local solicitó entonces refuerzos a la Guardia Civil, a la Policía Local de Pontevedra y a la Policía Nacional cuya presencia disolvió el tumulto y apaciguó los ánimos.
CONTUNDENCIA
El alcalde ha asegurado que "o Concello de Poio vai actuar con contundencia neste tema", y ha anunciado que el lobierno Local "tomará todas as medidas que estean na nosa man para poñer diante da xustiza a todas as persoas que actuaron desta maneira", con una violencia que ha descrito como "case salvaxe".
El regidor nacionalista ha agradecido todas las muestras de solidaridad y apoyo de personas particulares e instituciones públicas y ha apelado a la "colaboración" del resto de administraciones para resolver juntos este "problema endémico" ya que "o poboado xitano do Vao é un lugar de permanente conflito que se antolla de difícil solución" para un ayuntamiento como Poio.
Así, junto a las intervenciones policiales de "control e represión da actividade ilegal" ha dicho que "ten que haber unha solución integral para resolver o problema social que se dá nese poboado marxinal"
"Isto non pode quedar no olvido nin na impunidade", ha sentenciado el alcalde.