Un sobre con dos papeletas con los nombres de Luciano Sobral y Consuelo Besada, fue la anécdota surgida durante la votación en el pleno del Concello de Poio, en el que resultó elegido como alcalde el nacionalista Luciano Sobral, con 9 votos a favor, mientras que 7 concejales votaron al candidato del PP, Ángel Moldes, y un voto resultó nulo.
Todos los nuevos ediles juraron o prometieron su cargo ante un ejemplar de la constitución española, y en el caso de los siete concejales del BNG, sumaron también un ejemplar del libro de Castelao ‘Sempre en Galiza’.
Tras ser investido como alcalde de Poio, en el que será su sexto mandato consecutivo, Nito Sobral, agradeció el apoyo recibido por parte del Partido Socialista y señaló que la anécdota del voto nulo es para él "un símbolo do futuro goberno" en el que espera que, de nuevo, vuelva a estar conformado por el BNG y el PSOE, como en los dos últimos mandatos "sempre é mellor o acordo para seguir creando futuro".
El reelegido alcalde espera que este "equipo maioritario" pueda llevar a cambio los proyectos que se plantean, e invitó a la oposición a "trabajar en conjunto".
Por su parte la portavoz socialista Chelo Besada deseó "un mandato en harmonía" por el beneficio de todos los vecinos.