Los vecinos del entorno del puente de O Burgo empiezan a organizar su oposición al tanatorio-crematorio anunciado.
Para el próximo lunes han convocado una reunión para coordinarse en contra del proyecto que Pompas Fúnebres y Alianza y Barros, tienen intención construir en la parcela que en su día ocupó el gimnasio del Teucro.
Poco a poco han ido surgiendo voces que apoyan la presencia de esta instalación
Los primeros pasos ya se han dado y este grupo de vecinos han estado recabando información y han llegado a la conclusión de que "mas allá de la legalidad urbanística, faltaría mas que no se cumpliese, y de las alegaciones y posteriores procedimientos judiciales que se pudieran llegar a seguir, deberíamos unirnos para mostrar el rechazo social de los vecinos de la zona a la instalación de una actividad fúnebre en pleno casco histórico".
Sin embargo, pese a que desde un primer momento se supuso que la idea de construir un crematorio en la zona monumental suscitaría un rechazo unánime, poco a poco han ido surgiendo voces que apoyan la presencia de esta instalación.
Es el caso de algunos hosteleros y comerciantes que entienden que el tanatorio "dinamizaría la actividad en este entorno", con repercusiones económicas positivas. Estas mismas fuentes sitúan entre los beneficiados por la presencia del tanatorio a los aparcamientos subterráneos del Mercado y de la plaza de España.
La venta depende del resultado de una asamblea del Colegio de Arquitectos
Mientras tanto los vecinos contrarios al tanatorio-crematorio en O Burgo ha convocado esta reunión informativa, el próximo lunes día 29 a las 21:00 horas, en el garaje del edificio situado en los numeros 24-26-28 de la calle Arzobispo Malvar para "intercambiar opiniones y acordar, en su caso las medidas de rechazo a la instalación de dicha actividad en nuestro entorno".
Como anécdota citar que entre los vecinos "afectados" se encuentra la ex portavoz del Partido Popular en Pontevedra, y actual presidenta de la Zona Franca en Vigo, Teresa Pedrosa.
La oposición vecinal no es el único escollo que tienen que salvar las empresas funerarias para sacar adelante un proyecto que todavía está muy verde.
En primer lugar tendrán que cerrar la operación de compra del solar. La venta depende del resultado de una asamblea del Colegio de Arquitectos, que tampoco son unánimes a la hora de posicionarse a favor o en contra del polémico proyecto.