El buque de carga 'Kristin C' abandonó este miércoles el puerto de Marín sin que ninguna autoridad o institución obstaculizase la marcha. A bordo iban dos polizones que afirmaban ser de origen siria y palestina y que pidieron asilo político en España y se fueron con la solicitud en tramitación todavía sin resolver.
Este jueves, tras conocerse esta circunstancia, surgieron voces críticas con el hecho de que nadie impidiese la marcha. Al respecto, desde la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra explican que no se impidió la marcha porque no existía ningún tipo de orden que obligase a detenerlo.
Según indicaron, Capitanía Marítima consultó con la Subdelegación del Gobierno si permitía al buque dejar el puerto o no y la respuesta fue que autorizasen su marcha, pues no existe orden para retenerlo.
Fuentes de la Subdelegación explicaron que a ellos tan sólo les competía decir si el 'Kristin C' podía salir o no, pero ningún trámite más. La responsabilidad está ahora en el Ministerio del Interior en Madrid, pues agentes de la Brigada de Extranjería de la Policía Nacional de Pontevedra tramitaron la solicitud y la enviaron a la Oficina de Asilo y Refugio (OAR) en Madrid, organismo que ahora deberá hacer todo lo demás. Cualquier orden para retener el buque tenía que haber partido de ellos.
La Subdelegación del Gobierno desconoce ahora en qué momento de la tramitación está la solicitud de asilo político, pero, en todo caso, ahora ya se trata de un trámite que todo apunta que no llegará a buen puerto. Al abandonar los polizones territorio español y poner rumbo a Polonia en el buque, se complica que España le conceda el asilo.
La actuación del armador del buque y la empresa consignataria en Marín al abandonar el puerto antes de que se resolviese la petición de asilo podría derivar en una denuncia por una infracción grave a la Ley de Extranjería castigada con una sanción de miles de euros. Al respecto, la Subdelegación del Gobierno aclara que desde Pontevedra no se abrirá ningún expediente, pero desconocen si se incoará desde algún organismo de la administración en Madrid.
La responsabilidad recaería en la consignataria, responsable del buque y sus actuaciones durante el tiempo que permanece en el puerto. De hecho, fue la encargada de contratar los servicios de una empresa de seguridad privada que custodió a los polizones dentro del barco desde su llegada a tierra este martes hasta que se fueron.
Los dos polizones referían ser de origen sirio y palestino y formularon la petición de asilo basándose en la situación de conflicto que se vive en sus países para no volver. Su caso estaba en manos de dos abogados de Marín que asumieron su defensa legal en el momento en que el barco atracó en puerto y anunciaron que querían pedir asilo político, pero ahora ninguno de los letrados tiene ya contacto con sus clientes.
El buque, que llegaba al puerto de Marín procedente de Casablanca (Marruecos), tenía previsto desde un principio dejar la dársena ya este miércoles, tras cargar una importante cantidad de pasta de papel procedente de la factoría de Ence para transportarla hasta Polonia.