Música y palabra para combatir el silencio y el olvido

Pontevedra
13 de noviembre 2020

Pontevedra volvió a recordar este jueves a los diez pontevedreses que el 12 de noviembre de 1936 fueron asesinados en A Caeira en un acto más íntimo del habitual por las restricciones derivadas de la pandemia de la covid-19 que puso el foco en la población exiliada a través de las palabras de Begoña Caamaño, hija del médico Amancio Caamaño 

Homenaje a los pontevedreses fusilados el 12N 2020 Mónica Patxot

Amancio Caamaño Cimadevila, Telmo Bernárdez Santomé, Luis Poza Pastrana, Paulo Novás Souto, Germán Adrio Mañá, Benigno Rey Pavón, Ramiro Paz Carvajal, José Adrio Barreiro, Víctor Casas Rey y Juan Rico González. Diez nombres a recordar siempre y este jueves con más razón. El 12 de noviembre de 1936 fueron asesinados en A Caeira y, 84 años después de convertirse en víctimas del franquismo, en tan triste aniversario se volvieron a convertir en símbolo de la lucha por la recuperación de la memoria histórica y colectiva de Pontevedra. 

En un acto más íntimo de lo habitual por las restricciones derivadas de la pandemia de la covid-19, volvieron a recibir homenaje al pie del monolito de la pasarela 12 de Novembrp que los recuerda a diario y, con música, flores y discursos reivindicativos, su lucha volvió a ganar actualidad. 

"Música e palabra para combater o silencio e o esquecemento", resumió el concejal de Patrimonio Histórico, Xaquín Moreda, que pidió "xustiza, verdade e reparación" para las víctimas del franquismo en un año en el que este ya tradicional acto de homenaje puso el foco en la Pontevedra exiliada por la Guerra Civil y la Dictadura. 

La pontevedresa Cora Velasco puso la banda sonora al emotivo acto en el que Begoña Caamaño, hija del médico Amancio Caamaño, tomó la palabra en nombre de las víctimas y defendió que "recordar a los exiliados es de justicia", pues son personas que, por sus ideas, tuvieron que dejar su tierra y sus familias atrás y vivir "situaciones durísimas". 

A todos esos "exiliados, humillados y vejados" le dedicó sus palabras, en las que recordó los paseos, las persecuciones y todas las formas de represión que sufrieron en Galicia en aquella época de la Guerra Civil y la Dictadura de Franco en la que "el  miedo se apodera de toda la sociedad" y, parafraseando a Celso Emilio Ferreiro, "Galicia entrou nunha longa noite de pedra". 

El acto contó con la presencia de concejales y cargos públicos del BNG y el PSOE y, como final, el alcalde pontevedrés, Miguel Anxo Fernández Lores, recordó que este homenaje no es solo un acto de recuerdo del "asasinato infame" de diez pontevedreses por defender los valores de la libertad y de la democracia, es la "declaración de principios" del gobierno local "a prol do recoñecemento de todas as persoas que padeceron persecución e violencia durante a guerra e a ditadura".

Lores reiteró su intención de "manter sempre vivo o exemplo de dignidade e humanidade que nos legaron" y, en la memoria de todos aquellos que sufrieron "unha das consecuencias máis dramáticas daquela época de terror", el exilio, volvió a reivindicar la "necesidade de reverter o esquecemento e a impunidade" de los crímenes cometidos durante la dictadura franquista y el reconocimiento, justicia y reparación para todas las víctimas y para sus familias.

Un homenaje floral puso fin al acto, en el que el gobierno local quiso conmemorar este 12 de noviembre para no olvidar, pero también para "seguir completando esa parte do relato que a historia oficial amordazou e deturpou" a través de los testimonios que, año tras año, se escuchan en este homenaje, que dan voz a las familias que padecieron en carne propia las consecuencias de la represión, en esta ocasión en la de Amancio Caamaño.