El viaje hacia el siglo XV ha comenzado. Pontevedra está ya inmersa en la celebración de su vigésima Feira Franca.
Cientos de personas abarrotaron la Praza da Ferrería para asistir a su espectáculo inaugural, un preludio de la gran fiesta que devolverá a la ciudad al medievo dentro de apenas unas horas.
Una vez que los pregoneros a caballo anunciaron el comienzo de la Feira Franca por el centro histórico, recorriendo calles y plazas de Pontevedra divulgando la buena noticia, la atención del público se centró en las compañías Troula y Kull D'Sac, las encargadas de un montaje que no dejó indiferente a nadie.
Fue un espectáculo en el que sus creadores quisieron hacer un recorrido por las temáticas de las anteriores ediciones de la Feira Franca, a partir de diferentes piezas audiovisuales que repasaron veinte años de historias y leyendas.
Tras un arranque lleno de danza y música tradicional con ritmos medievales, sobre el escenario de A Ferrería no faltaron campesinos con sus aperos de labranza, piratas a bordo de un improvisado barco, músicos, bailarinas, acróbatas, trapecistas y malabaristas o todo tipo de criaturas de la noche como duendes, meigas y brujos con una peculiar queimada.
El arranque de la Feira Franca incluyó mucha música, proyecciones, juegos de luces, fuego y pirotecnia que, a modo de aperitivo, ha comenzado a animar a pontevedreses y visitantes a disfrutar como se merece de una de las grandes fiestas del verano gallego.