Habrá "cero consecuencias" para los vecinos y vecinas de Pontevedra tras la implantación de la zona de bajas emisiones. Así lo ha reiterado el edil de Mobilidade, César Mosquera, que ha insistido en que los ciudadanos no notarán "cambio algún" a la hora de circular.
Mosquera ha recordado que esta zona de bajas emisiones lleva activa en Pontevedra desde el pasado 1 de enero, siendo esta ciudad, junto con Madrid y Barcelona, las únicas que cumplieron "a tempo" los plazos fijados por la ley de transición ecológica.
La instalación de las señales identificativas de estas zonas "só responde a unha petición da DGT", para que se homologuen estos distintivos en todo el país. Pero su aparición en las vías urbanas de Pontevedra "non vai a cambiar nada".
Los conductores podrán seguir circulando por las calles de la ciudad "como levan facendo nos últimos anos", ya que la "tercera vía" aprobada para Pontevedra no obliga a pagar por circular ni a tener vehículos con ecoetiquetas para acceder a estas zonas de bajas emisiones.
Las señales, según César Mosquera, se instarán en próximas semanas y serán "o menor número posible" para no confundir a los conductores que circulen por Pontevedra.
Con respecto al "choque normativo" que puedan tener aquellas personas que procedan de otras ciudades con un modelo diferente, Mosquera ha reconocido que puede ser así "como xa pasa agora" con las áreas definidas como de prioridad peatonal.
La gente de Pontevedra "non terá ningún problema porque non hai ningún cambio", mientras que los que vengan de fuera "terá que informarse e comprobar as limitacións", una circunstancia que el edil del BNG ve "inevitable" para cumplir la ley.