Al Partido Popular no le gusta la solución planteada por el gobierno municipal para regular la instalación de crematorios en Pontevedra. Dice su portavoz, Jacobo Moreira, que se trata de un "engaño más" de BNG y PSdeG-PSOE, ya que abre la puerta a que siga adelante uno de los cinco proyectos presentados, el de Funespaña en el cementerio de San Mauro. De ahí que hayan anunciado su voto en contra a la modificación puntual del PXOM.
Asegura que esta nueva normativa "no es la misma" que se pactó en el pleno municipal que acordó la suspensión cautelar de licencias para este tipo de instalaciones. Moreira recuerda que entonces se habló de una franja de protección de unos 500 metros a cualquier vivienda "y ahora se reduce a sólo 50 metros", y subraya que esta modificación "no contenta a nadie, ni a los vecinos, ni a las empresas ni al Partido Popular".
Jacobo Moreira insiste en que el PP no apoyará esta propuesta "porque no es lo que quieren los vecinos y si a ellos no les gusta, a nosotros tampoco". Recuerda además que la "única propuesta" que no ha recibido ningún tipo de contestación social "fue la que realizamos desde el Partido Popular" y que sugería que la construcción de un horno crematorio en una de las parcelas libres del polígono de A Reigosa.
LOURO ACUSA AL PP DE "IRRESPONSABLES"
Ante esta postura, el concejal de Urbanismo, Antón Louro, afirmó que "o nivel de irresponsabilidade que ten o PP non é de recibo" y lamentó que "élle igual calquera asunto para intentar desgastar ao goberno". Recordó que el asunto de los crematorios despertó hace un año una gran alarma social y que con esta modificación se ordena la normativa a este respecto, "e eles siguen instalados no de sempre".
Con respecto al proyecto de Funespaña en San Mauro, Louro insistió en que esta modificación no busca beneficiar a ninguna empresa en concreto, pero sí apuntó que este crematorio cuando comenzó su tramitación no sufrió protestas vecinales ni se presentaron alegaciones "porque as casas máis cercanas a esta posible instalación estaban a 200 metros, cando a normativa suntuaria e mortuaria da Xunta fixa unha distancia de 50 metros".